Detenido el policía que disparó al normalista de Ayotzinapa Yanqui Kothan en Guerrero

David “N”, el policía que asesinó de un disparo a Yanqui Kothan Gómez Peralta, alumno de la Escuela Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, la noche del jueves 7 de marzo, ha sido detenido la madrugada de este miércoles en un rancho cercano a Acapulco, en el Estado de Guerrero. El presidente López Obrador ha confirmado la información en su conferencia matutina y ha detallado que el policía se encontraba “resguardado y protegido”.

“Hoy en la madrugada se detuvo al policía que asesinó al joven de Ayotzinapa. Ya están todos los que participaron presos. Estaba en un rancho guardado, protegido, en Guerrero, cerca de Acapulco, se está haciendo la investigación”, dijo López Obrador sobre el caso. En el lugar de la detención se encontraron también tres armas de fuego. El mandatario hizo una cronología de los hechos del pasado marzo, y recordó que su Gobierno no había aceptado la primera versión que aseguraba que los estudiantes habrían disparado al retén policial y que los policías habían “respondido a la agresión”. La detención de David “N” tiene lugar después de que, el lunes pasado, el recinto del Poder Ejecutivo de Guerrero, en Chilpancingo, amaneciera envuelto en llamas tras los ataques con petardos y otros objetos incendiarios que presuntamente habrían lanzado al interior estudiantes normalistas de Ayotzinapa, como parte de las acciones de presión al Gobierno al cumplirse un mes del asesinato de Yanqui Kothan.

La noche del jueves, 7 de marzo, Gómez Peralta, de 23 años, fue asesinado en un punto de revisión que las autoridades locales mantenían en busca de vehículos robados, en Chilpancingo. Según la primera versión de la Fiscalía del Estado y la Secretaría de Seguridad, cuatro estudiantes se trasladaban en una camioneta con reporte de robo y cuando les solicitaron detenerse se negaron y “recibieron a los elementos de seguridad con disparos de arma de fuego”. Durante los días siguientes la información de lo ocurrido fue cobrando otros tintes.

Cinco días después de la muerte del estudiante, el propio López Orbrador comunicó que el policía acusado de matar al alumno se había dado a la fuga. El presidente reconoció que hubo complicidad para que el agente de la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, que ya se encontraba bajo arresto administrativo, pudiera escapar. La Fiscalía General del Estado se desmarcó de lo sucedido y dijo que nunca estuvo en custodia del detenido. El escape del principal sospechoso del crimen desencadenó protestas en la sede de la Fiscalía estatal, donde los trabajadores tuvieron que ser desalojados.

El 14 de marzo, una semana después del asesinato, la gobernadora Evelyn Salgado anunció que aceptaba la renuncia tanto del secretario de Seguridad de Guerrero, Rolando Solano Rivera, como del secretario de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso. El homicidio del normalista y la fuga del principal sospechoso, un agente de la Policía estatal, encendieron la indignación y han puesto bajo escrutinio la capacidad de las autoridades ante la crisis de inseguridad que atraviesa la entidad, una de las más golpeadas por la violencia que arrasa al país.

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