Norma Piña: “No debemos confundir el diálogo entre los poderes del Estado con la subordinación del Poder Judicial”

Norma Piña no se ha callado esta vez. La presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha salido en defensa de la independencia del Poder Judicial, asediado por las constantes embestidas del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que tacha a los jueces de “estar podridos” y de actuar en contra de su Gobierno. “No debemos confundir nunca la colaboración y el diálogo entre los poderes del Estado con la subordinación del Poder Judicial Federal frente a los otros poderes”, ha sostenido la magistrada este viernes en el 19º Congreso Nacional de la Barra Mexicana de Abogados (BMA), celebrado en Querétaro.

La última arremetida del presidente se produjo esta semana, después de que un juez federal concediera la prisión domiciliaria a Emilio Lozoya, el exdirector de Pemex acusado de corrupción por el caso Odebrecht, después de dos años preso mientras se celebra el proceso judicial. “Esto tiene que ver con los jueces, con el Poder Judicial, que dejan libres a todos: a presuntos delincuentes de cuello blanco y presuntos delincuentes del crimen organizado. Jueces, magistrados, ministros: están en contra de nosotros porque el Poder Judicial está dominado por la oligarquía corrupta, está al servicio de una minoría corrupta, son empleados de ellos, no representan al pueblo de México”, mencionó el mandatario, que también acusó a Piña de dar a los jueces “licencia para robar, para hacer lo que quieran”. La Fiscalía General de la República (FGR) alertó del riesgo de fuga de Lozoya, como ocurrió cuando el empresario escapó a España, donde fue capturado en febrero de 2020.

Durante la misma intervención en su conferencia diaria de prensa, la Mañanera, López Obrador reconoció entre líneas que daba instrucciones al predecesor de Piña como presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, saltándose la independencia que debe existir entre el Poder Ejecutivo y el Judicial. “Cuando estaba el ministro Zaldívar de presidente de la Corte había más recato, cuando había un asunto así de este tipo, nosotros respetuosamente interveníamos (...) Cuando se daban estos hechos y estaba Zaldívar, se hablaba con él, y él podía, respetuoso de las autonomías, de los jueces, pero pensando en el interés general, pensando en la justicia y en proteger a los ciudadanos ante el crimen, hablaba con el juez y le decía cuidado con esto”, afirmó el presidente.

Las palabras de López Obrador indignaron al gremio judicial, que vio en ellas una muestra clara de un “atentado contra la independencia judicial”, en palabras del abogado Miguel Alfonso Meza, que aseguró que va a denunciar a Zaldívar. La gravedad de los hechos provocó que el propio Zaldívar desmintiera al presidente horas después: “Nunca le hablé ni he hablado a ningún juez, a ningún magistrado para sugerirle, para insinuarle, mucho menos para instruirle que fallara un asunto en un sentido o en otro”. El exministro de la Corte se ha convertido en una figura polémica entre sus compañeros de profesión, que no vieron con buenos ojos que el letrado se uniera como asesor al equipo de Claudia Sheinbaum, sucesora de López Obrador en la carrera para la presidencia por Morena.

Piña, por su parte, no suele entrar al trapo en las constantes provocaciones y ataques del presidente. La ministra prefiere mantener un perfil mediático bajo. No ha dado ninguna entrevista desde que, el 2 de enero de 2023, se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo, no tiene perfil en redes sociales y apenas hace declaraciones a la prensa. Esta ha sido una de las pocas ocasiones en las que ha roto su patrón para dar un discurso en ferviente defensa de la independencia judicial: “La independencia judicial es un pilar esencial de la democracia y de la protección de los derechos. La independencia judicial, y tiene que quedar muy claro, no es un privilegio de los jueces, es un derecho de los justiciables: es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia para ser efectivas las libertades y la igualdad de los y las mexicanos. La independencia judicial es la principal garantía de imparcialidad del Poder Judicial siempre en beneficio de la sociedad, en beneficio de nuestro país, y, como sociedad, debemos tener muy claro que en una recta interpretación de nuestra constitución no debemos confundir nunca la colaboración y el diálogo entre los poderes del Estado con la subordinación del poder judicial federal frente a los otros poderes”.

La decisión de otorgar la prisión domiciliaria a Lozoya le ha servido también a López Obrador para volver a impulsar su proyecto de reforma al Poder Judicial, con la que pretende que los jueces federales, los magistrados y los ministros de la Suprema Corte sean elegidos por votación popular, una medida fuertemente criticada por los expertos. La realidad es que el caso Lozoya ha vuelto a poner de manifiesto un viejo problema en México, la poca efectividad para perseguir la corrupción en el país. Y no solo eso: de acuerdo con un análisis de la organización civil Impunidad Cero, el 94% de los delitos que se cometen no son denunciados y menos del 1% son resueltos. Mientras tanto, la batalla que libra el presidente —que ha asumido el eslogan “no hay impunidad” como uno de sus lemas más repetidos— contra la SCJN no encuentra límites. Ni siquiera ante su propia confesión de una posible violación a la independencia de poderes.

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