Daniel Innerarity: “La libertad de la derecha es la no interferencia, la de la izquierda, la ausencia de dominación”
El filósofo aboga en la FIL de Guadalajara por convencer a los acomodados de que un sólido Estado de bienestar también les beneficia a ellos
La pandemia ha sido un campo fértil para la creación literaria en todos sus géneros, también para el pensamiento filosófico que vuelca con soltura divulgativa Daniel Innerarity en sus libros. El último aborda el tema de la libertad, ahí es nada. Y la observación de su pueblo, en Navarra, alimentó una de sus reflexiones: los conservadores, los más pudientes, eran más reacios a ponerse la mascarilla, a dejar de ir al bar, a enclaustrarse en la casa como les obligaban las autoridades. Los de izquierda parecían más obedientes, más proclives a acatar las órdenes, a protegerse sin rechistar como les pedían. No es una cuestión de carácter, viene a decir el filósofo, invitado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara a presentar su libro: La libertad democrática (Galaxia Gutemberg). De lo que se trata, explicará, es de que los que no tienen seguro médico, los que gozan de peor salud por sus condiciones socioeconómicas, tienden a protegerse, a aceptar un bienestar colectivo. El resto, quienes sienten que lo básico está satisfecho en su vida, demandan ciertas libertades individuales.
¿Cómo conciliar, pues, la libertad de protegerse y la libertad de desprotegerse? Innerarity opina que el camino es convencer al que no se quiere poner la mascarilla de que eso acabará matándolo, de que si su vecino no goza de la misma protección que ellos mismos, todos acabarán en el mismo hoyo. O, con una metáfora más eficaz: “En este mundo del calentamiento global, tener aire acondicionado solo nos asegura una muerte más confortable”. Ni vivir en un hermoso jardín garantiza que el aire es más limpio que el que respira un pobre en la calle. Interés práctico entonces. “Claro”, dirá el filósofo, columnista también en este periódico, “el Estado de bienestar no se inventó por generosidad, sino porque las élites descubren que un trabajador con más salud es más eficiente, si un vecino está enfermo puede contagiar al otro”, da igual la sanidad económica de sus hogares.
La pandemia, sin embargo, puso también de manifiesto la dificultad de que algunos sectores sociopolíticos lleguen a ese convencimiento. O, como respondió el expresidente español José María Aznar a la campaña contra los accidentes de tráfico que redujo el nivel de alcohol que se podía consumir antes de conducir un vehículo: “¿Quién ha dicho las copas de vino que yo tengo o no que beber?”.
“La libertad de la derecha es la no interferencia, la de la izquierda, la ausencia de dominación. No es lo mismo”, dirá Innerarity a los reunidos en torno a la mesa en la que presenta su libro. “Para algunos la libertad depende de la provisión de bienes colectivos, algo que para los otros representa muy poco”. Y ahí están los antivacunas y su reclamo de libertad de actuación en todo el planeta durante la pandemia, encabezados por las derechas más radicales, como lo fue el presidente Bolsonaro en Brasil o Trump en Estados Unidos, por poner dos ejemplos. Para el filósofo, “la fuerza del bien y el mal comunes es más poderosa que la protección individualista”.
Antes de entrar a las cuestiones sobre la libertad, la charla del filósofo fue introducida por Consuelo Sáizar, editora y ahora responsable de Cultura en la campaña de la candidata conservadora a la presidencia de México, Xóchitl Gálvez. Y por el columnista y escritor Jesús Silva-Herzog, quien destacó la facilidad de Innerarity para articular pensamientos ante cualquier emergencia o circunstancia que plantea el mundo actual y “para darle sentido, ayudándose de los clásicos, a la confusión que vivimos en este planeta”. Sus reflexiones, ha dicho, “son un mapa para orientarse y plantarse ante la complejidad”.
“Yo escribo para explicar si Francisco es tan comunista como dice [el nuevo presidente argentino] Javier Milei o si los israelíes son terroristas [en sus últimas actuaciones en la guerra con Gaza] como dice el Papa Francisco”, bromeó Innerarity. Es decir, escribir para que su forma de articular el mundo encuentre un remitente al que le sean útiles.
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