Fernando Hierro, el maquinista detrás de los éxitos de España y de la esperanza de Chivas
El directivo, presente en los despachos en los grandes logros de la Roja, acierta en su primera experiencia en el fútbol mexicano
En México han desfilado los grandes nombres del fútbol. Desde el campeonato mexicano no ha tenido miedo en abrir la cartera para encontrar una solución a sus problemas. La apuesta ha pasado de jugadores, entrenadores a directores deportivos. A Maradona, Guardiola, Cruyff, Ronaldinho se les ha unido Fernando Hierro. El exjugador del Real Madrid aterrizó en Guadalajara con incógnitas por su desconocimiento del entorno y porque tenía que hacerse cargo de un club, las Chivas, que estaban paralizadas y que se la juegan solo con futbolistas con pasaporte mexicano. En seis meses el conjunto tapatío está a un paso de ganar la Liga MX.
“Es la ilusión de saber que es un reto nuevo, a partir de ahí sé que las características son diferentes, todos podemos pensar por qué tiene que venir alguien [del extranjero], por qué no es del país [México] y yo digo una cosa: a lo mejor vengo más limpio, menos intoxicado. A mí me ilusionó el proyecto, es muy importante empezar bien la competencia y no regalar absolutamente nada”, contó el español en su presentación. El ambiente en las Chivas estaba crispado. Primero porque el conjunto no había ganado la Liga desde 2017, cuando estaban dirigidas por Matías Almeyda. Al entrenador argentino le despidieron por un conflicto entre la directiva. Almeyda tenía el poder absoluto en el club al asumir tareas también de director deportivo. Eso, sin embargo, estuvo justificado al ganar una Liga, una Copa y el boleto al Mundial de Clubes. El segundo motivo que alteró la alegría rojiblanca fue la muerte del dueño, Jorge Vergara, en noviembre de 2019. El empresario compró al club en 2002 y comenzó una revolución que terminó con dos Ligas ganadas y un nuevo estadio construido. El heredero natural fue Amaury Vergara, un graduado en estudios cinematográficos que asumió el reto de guiar la compañía del padre.
Vergara hijo probó a seis entrenadores con resultados pobres que solo arañaban la fase de la liguilla. Ninguno funcionó pese a mantener la idea de que un estratega mexicano podía sacar al club del atolladero. En la dirección deportiva nombró a un antiguo ídolo del equipo rival, el América. Ricardo Peláez se quedó a cargo de las decisiones deportivas justo cuando el nuevo dueño del club se quedó a cargo. Pese a combinar dos generaciones positivas de futbolistas no hubo rastros de éxito. La decisión que sí germinó de la gestión de Peláez fue la creación de un equipo filial en Segunda División: el Tapatío. Ese fue el campo de experimentos para los futbolistas más jóvenes en un torneo que, a raíz de la pandemia, no tiene ascenso ni descenso.
Las Chivas dieron la sorpresa en México y EE UU, donde residen miles de sus aficionados, cuando anunciaron la mañana del 17 de octubre de 2022 a Fernando Hierro como el hombre que iba a montar el proyecto del club. Así, llegó la leyenda del Real Madrid con cero contexto del fútbol mexicano que supo ganar con sus asesores. Su gran decisión fue la de elegir el técnico. Había candidatos como Jaime Lozano (ganador de la medalla olímpica con México en Tokio) o Ricardo Ferretti (con cinco Ligas mexicanas ganadas). También sonó el nombró del seleccionador juvenil Albert Celades. Hierro, en un giro radical, eligió el currículum del serbio Veljko Paunovic, ganador de un Mundial juvenil con su país y exjugador en España.
“Chivas es un gigante y tenemos la obligación de volver a ilusionar a la afición”, contó Hierro en sus primeros días en México. “Es lo más parecido a una selección y eso a mí me ilusionó mucho”, agregó. El hecho de jugar solo con mexicanos es un reto porque el resto de clubes pueden jugar hasta con ocho extranjeros en sus alineaciones y porque estos equipos cotizan muy alto el precio de los jugadores mexicanos. Y si algo sabe Hierro es de cómo triunfar con selecciones. Durante su época como director deportivo España levantó la Eurocopa de 2008, el Mundial de 2010, un Mundial sub 21 y una Euro sub 19. En Guadalajara ya le llaman, de cariño, Chivahermano, porque su gestión sí ha potenciado al equipo a diferencia de lo que ocurrió en 2012 cuando la directiva le encomendó a Johan Cryuff ser su principal asesor y terminó despedido a los 10 por sus escasos resultados.
Hierro tuvo la acertada decisión de convencer a Alexis Vega, el jugador más prolijo del club, para que se quedara en el equipo y darle un papel de líder. Vega jugó el pasado Mundial en Qatar y le dio un toque distinto al ataque, aunque no evitó que México fracasara en la ronda de grupos. Las Chivas terminaron el torneo regular en el tercer sitio. En la liguilla eliminaron a sus dos rivales más repudiados, el Atlas y el América. Contra Tigres pelean el campeonato, que puede significar la estrella número 13 en su historia.
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