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México pide ayuda a China contra el fentanilo y se defiende de nuevo del ala dura republicana de EE UU

López Obrador manda una carta a Xi Jinping mientras Ebrard contesta al senador Graham que es “mentira” que la droga la introduzcan los migrantes y asegura que en México “no se produce” esa sustancia

El presidente Andrés Manuel López Obrador y el canciller Marcelo Ebrard durante la conferencia de prensa este lunes en Palacio Nacional.
El presidente Andrés Manuel López Obrador y el canciller Marcelo Ebrard durante la conferencia de prensa este lunes en Palacio Nacional.Galo Cañas Rodríguez/ Cuartoscuro
Carmen Morán Breña

El Gobierno mexicano no se va a quedar callado ante los embates de ciertos republicanos estadounidenses en la guerra política del fentanilo. López Obrador ha puesto en marcha toda la maquinaria disponible para contrarrestar las acusaciones vertidas en los últimos días, y este martes ha ofrecido algunos datos para asegurar que “México no hace el problema, sino que es parte principal de la solución”, en palabras del canciller Marcelo Ebrard. El presidente ha dicho que la droga proviene de Asia, que el 86% de los encarcelados por el tráfico del estupefaciente en Estados Unidos son ciudadanos de allá y ha ofrecido datos de las toneladas incautadas en México, así como de la destrucción de laboratorios clandestinos donde se procesa dicha sustancia. Asimismo, ha leído la carta que ha enviado al presidente chino en el que le solicita la colaboración e información para detener el tráfico del fentanilo.

“En México no se produce fentanilo, pero queremos ayudar”, ha asegurado el presidente, quien ha dejado fuera de esta pelea política en todo momento a su homólogo estadounidense, Joe Biden, a quien le supone interés político por el bien de su pueblo. López Obrador ha leído una carta dirigida al presidente chino Xi Jinping en la que sostiene que el consumo de fentanilo en México es bajo, pero le informa de que en Estados Unidos causó 107.573 muertes en 2021. El mandatario se dirige a China porque así se lo pidieron un grupo de senadores estadounidenses de ambos partidos en una reciente visita a México, ha contado. “Por nuestra frontera solo ingresa el 30% de lo que se consume en Estados Unidos”, le dice a Xi, y le explica cómo “de manera falaz e irresponsable”, senadores de ese país culpan a México de esa desgracia. “No le pedimos apoyo antes estos groseros amagos [de los republicanos de intervenir militarmente en México], sino ayuda por razones humanitaria para controlar este tráfico”. En la misiva solicita información sobre quiénes importan, en qué cantidades, en qué embarcaciones, por dónde sale la droga y a dónde llegan esas sustancias.

“Los esfuerzos de México en materia de fentanilo son los más importantes del mundo. Ningún país combate el tráfico como México. Graham no ha tenido oportunidad de leerlo”, ha dicho el canciller Ebrard. Responde así a la invectiva del senador republicano Lindsey Graham, que días atrás presentó la iniciativa legislativa para que los carteles mexicanos sean considerados terroristas de forma que el Ejército de Estados Unidos tenga la posibilidad de intervenir en territorio mexicano, algo que López Obrador ha considerado una “falta de respeto y una amenaza inaceptable”. El presidente se concentra en la “manipulación” de los republicanos. “Es mentira que los migrantes introduzcan el fentanilo en Estados Unidos”. Una encuesta que ha mostrado en la conferencia señala que el 60% de los republicanos creen eso, así como el 39% de los ciudadanos estadounidenses en general. “Es falso”, ha dicho. “Es hitleriano, propaganda de Goebbels”.

El mandatario mexicano ha rechazado las acusaciones del senador Graham, “su desinformación seguramente proveniente de la DEA”: “No es cierto que haya territorios mexicanos dominados por el narcotráfico”. El canciller Ebrard se reunió recientemente con los cónsules mexicanos en Estados Unidos, para contrarrestar estas informaciones que surgen del ala dura republicana. Hoy ha salido a combatir de nuevo la versión que extiende Graham con una breve historia del fentanilo, sus comienzos como anestesia en los quirófanos y como analgésico para dolores fuertes, sobre todo derivados del cáncer. “Hasta mediados de los Noventa no fue tema, pero después se convirtió en pandemia por su alto poder adictivo, hasta el punto en que ahora hay más muertes por fentanilo que por accidentes de tráfico”, ha documentado Ebrard.

Cuando Estados Unidos se queja del tráfico de drogas, México contrarresta con la entrada de armas por la frontera norte. 1.791 vidas se han perdido en este país con armas procedentes de allá, ha dicho Ebrard, incluidas algunas en la detención de Ovidio, el hijo del Chapo Guzmán. Y ha recordado a los republicanos que en Estados Unidos se venden armas con una simple licencia de conducir. “Eso lo sabe todo el mundo. Y en las ferias de armas, muchos no tienen licencia para vender”, ha asegurado. “Que no mienta”, le dice a Graham. “Cualquier ciudadano compra armas allí en cualquier esquina”. “Pedimos que Estados Unidos revise los vehículos en la última milla para que no traigan armas, igual que nosotros vigilamos en la aduana que no pasen estupefacientes a Estados unidos”, ha respondido el canciller a preguntas de periodistas estadounidenses en la mañanera.

La alta rentabilidad económica del fentanilo, dice López Obrador al presidente chino, ha desplazado a otros narcóticos. 100 kilos equivalen a un millón de dosis y supone más de 400.000 dólares. “En México el consumo es bajo, combatimos ese tráfico para ayudar a Estados Unidos con un estricto control en los puertos para que solo ingrese lo destinado a consumo farmacéutico”. El presidente ha señalado su buena relación con China, razón por la cual los senadores le pidieron dirigirse a Xi, algo que hizo en los últimos días.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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