Protesta a las puertas de la FIL: la disputa política local dificulta la inauguración de la feria
Una manifestación bloquea el ingreso principal, y retrasa el acceso de miles de visitantes
La política local de Jalisco ha tomado la inauguración de la Feria Internacional del Libro (FIL). Cientos de manifestantes han bloqueado el ingreso principal del evento dificultando el acceso en el primer día para apoyar al gobernador del Estado de Jalisco, Enrique Alfaro, que está enemistado con el presidente de la feria, Raúl Padilla, y con el comité que la organiza. El trasfondo es una diputa por el presupuesto público que se destina a la mayor celebración de la literatura en español, y por los manejos para organizar un evento de tal magnitud, que se lleva cada año la mirada internacional del mundo de la cultura. El momento de dar banderazo al inicio de la FIL también estuvo marcado por la pelea política. Un grupo de estudiantes de la Universidad de Guadalajara (UDG), organizador de la FIL, interrumpió el evento inaugural con gritos a favor de las autoridades universitarias, que criticaron al Gobierno estatal por “autoritario”.
Muchos de los manifestantes que paralizaron el gran acceso a la feria este sábado no sabían ni qué venían a reclamar. Otros llevaban carteles con consignas contra “la corrupción” dentro de la organización de la FIL. Todos, sabían que protestaban contra un tal Padilla. Un puñado de personas que se acercaron al lugar para mostrar su apoyo al gobernador Alfaro reprocharon ante este periódico el aumento presupuestario que exigen desde la organización del evento y la universidad cada año.
“El grupo que controla la Universidad de Guadalajara exige más presupuesto con el pretexto de que no les alcanza con lo que tienen, todos sabemos que no les alcanza porque el dinero que debería ser para los estudiantes es usado para sus negocios privados”, se leía en uno de los folletos que repartían a los transeúntes, “nunca alcanzará mientras unos cuantos lo sigan robando”. Guillermo González, uno de los manifestantes, asegura que forma parte de un grupo de apoyo a Alfaro y ha venido a reclamar a favor de la democracia, “porque el gobernador ha sido elegido por el pueblo, no como los de la FIL”. Luis, otro de protestantes que prefiere no dar su apellido, agrega: “Hemos venido a pedir que se acabe el robo ya”.
Durante el evento inaugural, Padilla criticó al gobernador y lamentó que el relanzamiento de la feria después de la pandemia de la covid “coincidiera con una deriva autoritaria del Gobierno, que está llevando su intolerancia a la libertad de expresión y de crítica”. El rector de la Universidad, Ricardo Villanueva, se ha sumado a los reclamos y ha llamado a proteger a la feria de los intereses políticos. “Cuando el poder amenaza a la FIL la defendemos todos, la defienden sus maestros y estudiantes”, ha dicho. “No está solo, rector”, le gritaron un grupo de estudiantes en respuesta.
Para evitar que la protesta afectara por completo el ingreso a la feria, cientos de profesores se tomaron de los brazos e hicieron una especie de barrera para proteger a los visitantes, que entraron durante toda la mañana a cuentagotas por una puerta secundaria. Israel Ruíz, profesor de la UDG, explica que en los últimos años redujeron el prepuesto un 30% y que atentan contra la mayor feria literaria en español por una disputa política local de vieja data. “Hemos venido a proteger el acceso, porque el gobernador envió a su gente para medir fuerzas”, comenta. Junto a él, otro profesor, José Ruíz, relata que llevan semanas manifestándose unos y otros en contra y a favor, y que ya sabían que iban a movilizarse contra el evento en su inauguración.
Alfaro había desmentido este viernes que se movilizarían para “boicotear” a la feria. “El Gobierno de Jalisco no organiza marchas ni vamos a intervenir a nada que tenga que ver con la FIL”, dijo el gobernador, que informó que en esta edición ningún miembro de su Administración participará como forma de reclamo. Movimiento Ciudadano, el partido del gobernador, emitió un comunicado para reclamar que las mismas personas tuvieran “secuestrada” la feria desde hace 30 años.
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