_
_
_
_
_

Ciudad de México (también) enfrenta los recortes de agua: “Si de por sí ya no tenemos, ahora menos”

La rebaja en el suministro del líquido en 12 alcaldías de la capital complica a zonas que ya sufrían la escasez

Desabasto de agua en Iztapalapa (Ciudad de México)
Doña Lilia lava su ropa en los lavaderos comunitarios para ahorrar el agua que tiene en casa ante el desabasto, este martes, en la alcaldía de Iztapalapa (Ciudad de México).Quetzalli Nicte Ha
Georgina Zerega

Humberto Reyes abre el grifo de su casa y no sale ni una gota de agua. Al hombre no le asusta: “Hace mucho tiempo que está así, pero cada año estamos peor”. Reyes tiene 79 años y vive desde que nació en la parte alta de la alcaldía Iztapalapa, en la colonia Santa Maria Aztahuacan. Hace 50 años, cuenta, cuando casi no había casas en esa zona, el agua corría con mayor o menor frecuencia, pero “mucho más que ahora”. Después del terremoto de 1985, el sitio se llenó de viviendas y desde entonces, este recurso ha pasado a ser un bien preciado. La casa de Reyes, como muchas por ahí, no están ya casi conectadas al sistema de agua de la ciudad. Se abastecen de una cisterna que llenan con pipas que reparte la Administración local. Cuando se le acabe tendrá que ir a formarse a un puesto a unas 10 cuadras de su vivienda para que le vuelvan a llevar.

México atraviesa una de las peores sequías de los últimos años. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) declaró la situación de emergencia en julio pasado, cuando el país ya había alcanzado unas cifras penosas: siete de cada 10 municipios no contaban con la cantidad del líquido que necesitaban. En ese contexto, Ciudad de México no ha sido la excepción. Pese a la sensación de que las precipitaciones han llegado como todos lo años, llueve menos y presas y acuíferos no recuperan los niveles deseables.

Por lo anterior, las autoridades de la capital han anunciado un recorte de agua en el suministro en 12 de las 16 alcaldías a partir de esta semana. Desde del lunes llega a la gran mayoría de colonias un 6,2% menos de agua, debido a la escasez de lluvias y a “los bajos niveles” de las presas del sistema Cutzamala, que abastece a casi un tercio del Valle de México, el área metropolitana de la ciudad. “Dicha reducción se verá reflejada en una menor presión”, explica el comunicado oficial.

La falta de lluvia es uno de los mayores problemas de este año. De acuerdo a las cifras difundidas por Conagua este martes, en lo que va del año ha llovido un 8,4% menos del promedio histórico en todo el país. Esto ha llevado a que el 20% de las presas de México estén a menos de la mitad de su capacidad. Además, en el sistema Cutzamala hay un 20% menos del promedio histórico, por eso las autoridades de la capital han hecho un llamado a hacer “un uso eficiente” del recurso.

El grifo de un tinaco comunitario vacío, en un parque de la colonia Santa María Aztahuacán.
El grifo de un tinaco comunitario vacío, en un parque de la colonia Santa María Aztahuacán.Quetzalli Nicte Ha

Iztapalapa, que ya estaba muy afectada por la falta de agua, está ahora en la lista de las que recibirán menos hasta nuevo aviso. En el puesto donde Reyes pide sus pipas había este martes un flujo constante de gente que iba a solicitar la suya. Marta Maldonado, la empleada que atiende la mesa, dice que “por hoy” se le acabaron. Solo en ese puesto entregaron 19.000 litros a los vecinos que se acercaron. Junto con los otros dos puestos repartieron más de 45.000 litros en un día. “Mañana me traerán más”, asegura la trabajadora de la alcaldía, que anota los pedidos pendientes para el miércoles. En general, deben anotarse y esperar hasta tres días para que el agua llegue a casa.

Aurora Trujillo se acercó hasta allí el lunes, pero ya no había. Vive con su familia también un la zona alta de Iztapalapa, y en su casa la llave no entrega nada desde hace años. “Dicen que van a reducir el suministro, pero ¡qué van a reducir si aquí ni siquiera sale!”, comenta con una indignación ya normalizada. “Lo que sí sigue llegando sin falta es el recibo, todos los meses tenemos que pagarlo sin falta, aunque no tengamos nada de agua”, agrega. Su familia paga por bimestre alrededor de 140 pesos por un servicio que no tiene. “Es increíble lo que pasa aquí”.

El puesto de las pipas por momentos se pone tenso. Los vecinos llegan a reclamar el agua que pidieron hace algunos días y aún no llega. Al lado de la mesa, un grupo de mujeres se ha acercado a lavar ropa en unos lavaderos públicos, donde el agua es comunitaria. Lilia Hernández, de 62 años, asegura que ella va allí para ahorrar el líquido que tiene en su casa. Es una de las afortunadas en la zona, porque en su caso el grifo entrega un tímido pero continuo chorro. A ella sí le da miedo que el recorte la deja sin ese provecho. “No sé qué haríamos, porque hay mucha gente que no ya tiene, se pondría muy difícil la situación”.

Humberto Reyes, vecino de Santa María Aztahuacán, abre un grifo que hace años no entrega agua.
Humberto Reyes, vecino de Santa María Aztahuacán, abre un grifo que hace años no entrega agua. Quetzalli Nicte Ha

A 18 kilómetros de Iztapalapa, en la alcaldía Benito Juárez, una de las zonas de clase media de la ciudad, un grupo de vecinos tiene el mismo problema. Desde mayo de este año casi no han recibido agua del sistema público. María Eugenia Saavedra, una residente de 54 años de la colonia Del Valle, cuenta que se han organizado para comprar a diario una pipa para abastecer a los 24 departamentos que hay en su edificio. “Hemos tenido meses que pagamos 1.500 pesos por el agua para dos personas”, dice por teléfono. Saavedra reconoce que ellos pueden pagarlo, pero reprocha: “Es un gasto que no deberíamos estar haciendo, el agua debería garantizarla el Gobierno de la ciudad”.

Para ahorrar en pipas, este edificio ha puesto unos horarios de uso común. Cuando esas horas se acaban, se cierra la llave y se acaba el agua. En esa zona de la Benito Juárez, también afectada por los nuevos recortes, tradicionalmente había viviendas con una familia. Pero a partir del boom inmobiliario, relata Saavedra, “se llenó de edificios con 45 departamentos, y eso puede complicar el abastecimiento”. La reducción llega en un momento en que la situación ya es crítica en ese rincón de la ciudad: “Era lo que nos faltaba, si de por sí ya no tenemos, ahora menos”. Lo que sí seguirá llegando a su casa, como a la vecina de Iztapalapa Aurora Trujillo, será la factura. “Es increíble que nos sigan cobrando cuando el agua no sale”.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país

Sobre la firma

Georgina Zerega
Es reportera en la redacción de México y cubre actualmente la cartera de política. También colabora en la cobertura de Argentina, de donde es originariamente. Antes de entrar al periódico, trabajó en radio y televisión en su país natal.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_