Muere Raúl Esquivel, ‘Jefe Vulcano’, exdirector del Cuerpo de Bomberos de Ciudad de México

Raúl Esquivel Carbajal, popularmente conocido como Jefe Vulcano, quien fuera la cabeza del Cuerpo de Bomberos de Ciudad de México, ha fallecido por cáncer este martes a los 77 años, según ha anunciado su hija, Andrea Esquivel, en redes sociales: “Con un profundo dolor, les informo que tras regresar al hospital por algunas complicaciones, esta mañana mi papá murió. Gracias por las muestras de cariño hacia él”.

Esquivel Carbajal fue operado de urgencia por un tumor intestinal a finales de abril. “Su salud mejora, pero está delicado”, dijo el 9 de mayo su hija. A lo largo del mes pasó por terapia intensiva. Llegó a estar intubado 10 días. El viernes pasado, el Jefe Vulcano recibió el alta. “Les tengo una gran noticia”, escribió en Twitter Andrea Esquivel, “afortunadamente mi papá ya está en casa, seguirá el tratamiento desde nuestro hogar, donde se siente muy feliz al lado de la familia, gracias a todos quienes siguen de cerca la evolución de su salud”. Finalmente, este martes, ha fallecido.

El Jefe Vulcano fue un personaje con mucha historia en Ciudad de México. Una figura pública querida y respetada: prueba de ello son los múltiples mensajes de apoyo que ha recibido en redes sociales durante su mes de ingreso hospitalario, o que la noticia de su muerte haya sido tendencia en Twitter. Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la capital, se ha sumado a las condolencias: “Lamento profundamente el fallecimiento de Raúl Esquivel, mejor conocido como el Jefe Vulcano, toda mi solidaridad con sus familiares, amigos y al Heroico Cuerpo de Bomberos de Ciudad de México. Estamos en coordinación con la familia para brindar el apoyo que requieran”. El Cuerpo de Bomberos también ha despedido a su viejo líder.

Esquivel Carbajal empezó a trabajar como bombero en el Distrito Federal el 1 de agosto de 1969, de acuerdo con Milenio. Dedicó 45 años de su vida a esta labor, hasta que en 2018 tuvo que dejar su puesto por presiones internas. En sus últimos tiempos al frente de la institución se convirtió en todo un fenómeno de internet gracias a su cuenta de Twitter, con más de 184.000 seguidores —la misma desde la que su hija ha anunciado su deceso—. En su perfil, el Jefe Vulcano anunciaba las labores que realizaba su equipo, las emergencias que atendían y daba respuesta a las dudas de los usuarios. Casi siempre acababa con una coletilla que se convirtió en su principal rasgo identificativo: “Vamos para allá”.

“Hay que estar al ritmo de los tiempos modernos”, aseguraba en una entrevista con EL PAÍS en 2013. En ella, el periodista Pablo de Llano escribió:

—¿Esta ciudad es un caos, señor Esquivel?

—No— responde Jefe Vulcano con convicción. Y despliega un elegante eufemismo: —Es una ciudad con complicaciones de acuerdo a una ciudad tan grande como la nuestra.

En el mismo artículo, Esquivel Carbajal recordaba uno de sus momentos más difíciles en el cuerpo, a finales de la década de 1990. Fue durante el incendio de una fábrica de velas, en una bodega de 600 metros cuadrados. El techo se vino abajo y le atrapó junto a un compañero, pero el resto del equipo pudo salvarlos a tiempo, justo cuando sus trajes empezaban a quemarse. “No sabe como me ardía el cuerpo”, rememoraba.

En 2014, Esquivel Carbajal obtuvo la Medalla al Mérito en Protección Civil. En 2016, recibió el Premio Nacional Protección Civil. Pero ni los galardones ni el cariño popular le valieron para conservar su empleo. El entonces jefe de Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera (del izquierdista PRD), le instó a abandonar su cargo después de una pelea con el líder del sindicato de bomberos, Ismael Figueroa. El Jefe Vulcano afirmó que Figueroa lo había presionado para dejar su puesto en varias ocasiones. Figueroa fue nombrado como su sucesor.

El tiempo pone a cada uno en su lugar: en la actualidad, Figueroa es buscado por la justicia mexicana y la Interpol por corrupción, según aseguró Sheinbaum en mayo de 2021. A Esquivel Carbajal, ese tipo que siempre quiso ser soldado, pero decidió pasarse la vida apagando incendios, su ciudad le despide entre muestras de cariño.

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