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López Obrador arremete contra el Parlamento Europeo: “Ya no somos colonia de nadie”

El Gobierno mexicano rechaza la resolución que aprobó la Cámara sobre la petición de protección a periodistas y activistas en México. López Obrador acusa a los eurodiputados de “borregos” y “reaccionarios” de la oposición

Elena Reina
AMLO sobre el parlamento europeo
López Obrador durante la conferencia mañanera del jueves.EDGARD GARRIDO (REUTERS)

El Gobierno mexicano ha arremetido contra el Parlamento Europeo después de que la Cámara aprobara el jueves una resolución en la que se pedía a las autoridades de México más protección para periodistas y defensores de derechos humanos. En un duro comunicado firmado por la Presidencia de México, acusa a los eurodiputados de haberse sumado “como borregos” a la estrategia “reaccionaria” y “golpista” de quienes están en contra de su proyecto de Gobierno, la Cuarta Transformación. No ha aceptado ninguna de las consideraciones que hizo el texto del Parlamento y ha advertido: “No olviden que ya no somos colonia de nadie”.

Con 607 votos a favor, dos en contra y 73 abstenciones, los eurodiputados resolvieron un proyecto este jueves para pedirle al Gobierno de López Obrador que actuara de manera firme y contundente contra los ataques a la prensa y los defensores de derechos humanos, uno de los grandes lastres del país, reconocido como el más violento del mundo para ejercer el periodismo. Además, le solicitaron al presidente que frenara la “retórica populista” contra la prensa desde sus conferencias mañaneras diarias. La resolución europea supuso una petición inédita de la institución frente a una problemática que no es exclusiva de este Gobierno —pues se ha cobrado la vida de más de 150 reporteros en las últimas dos décadas y 68 activistas han sido asesinados en los últimos cuatro años— pero a quien le solicitó que tomara las medidas necesarias para no ponerlos más en riesgo.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado en su conferencia de este viernes que él redactó el comunicado de camino a su gira por Chiapas (sur del país) frente a lo que consideró una “resolución calumniosa”. Y ha agregado: “Nosotros no podemos permitir que se nos falte el respeto. A veces se puede pensar que solo aquí —antes era costumbre que los legisladores votaran sin leer, sin informarse, por consigna—, pero ahora nos estamos enterando de que esto sucede en todo el mundo”. “Lo menos que podemos decir es que fueron sorprendidos los legisladores europeos, porque no es cierto lo que sostienen, es completamente falso y por eso hubo un pronunciamiento para que tengan una idea los legisladores de Europa”, ha rematado.

El documento europeo ha aterrizado en México en plena recta final para una de las propuestas estrella del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El próximo 10 de abril los ciudadanos votarán en una consulta pública si desean que el presidente siga o no en el cargo, una medida histórica que ha implementado el Ejecutivo y que ha obligado a hacer cambios constitucionales. El Gobierno acude al referéndum de revocación de mandato convencido en que la ciudadanía le da uno de los apoyos más altos a nivel mundial para un mandatario, más del 60% de popularidad, según las últimas encuestas.

“Sepan diputados europeos, que México ha dejado de ser tierra de conquista y, como en muy pocas ocasiones en su historia, se están haciendo valer los principios libertarios de igualdad y democracia. Aquí no se reprime a nadie, se respeta la libertad de expresión y el trabajo de los periodistas. El Estado no viola los derechos humanos como sucedía en gobiernos anteriores, cuando ustedes, por cierto, guardaron silencio cómplice.”, arranca la dura respuesta del Gobierno mexicano a la Cámara europea. Los eurodiputados votaron a favor de un texto que reconocía al país como el más mortífero para ejercer el oficio.

En México han sido asesinados al menos seis periodistas en lo que va de año, según la reconocida ONG Artículo 19. Las cifras alarmantes han provocado protestas en todo el territorio, especialmente tras los asesinatos casi seguidos —en menos de seis días y en la misma ciudad— de Margarito Martínez y Lourdes Maldonado, el 17 y 23 de enero en Tijuana. En los tres años de Gobierno de López Obrador han sido asesinados 31. La impunidad rampante, más del 90% de los crímenes no se resuelven, ha sido otro de los motivos que alegó el documento aprobado por el Parlamento para pedirle al Gobierno que actúe. “Si estuviésemos en la situación que ustedes describen en su panfleto, nuestro presidente no sería respaldado por el 66 por ciento de los ciudadanos”, ha sido la explicación del Gobierno mexicano. Y agrega: “Dicho sea de paso, con más aprobación que los gobernantes europeos”.

El presidente ha querido matizar en la conferencia de este viernes que sus cifras marcan cinco y no seis periodistas asesinados en lo que va de año, como declaran las organizaciones civiles. A mediados de febrero, cuando fue acribillado a balazos el reportero Roberto Toledo, en pleno auge de las protestas de los compañeros en todo el país, el jefe de prensa de López Obrador apuntó que Toledo no era periodista, sino abogado. Resultó que era las dos cosas para llegar a fin de mes. También ha comparado la violencia general —cifras de homicidios en máximos históricos— con la de los periodistas, alegando que mientras que en lo que va del año han asesinado a 5.000 mexicanos, de ellos, periodistas eran solo unos cuantos. También, que hay 17 detenidos (los sicarios), aunque ninguno de ellos sea el autor intelectual y en ninguno de los casos se sepa todavía quién ordenó sus muertes.

En el documento europeo se llegaba a señalar que dado el contexto violento para periodistas y activistas, López Obrador utiliza “con frecuencia una retórica populista en las conferencias de prensa diarias para denigrar e intimidar a periodistas independientes, propietarios de medios de comunicación y activistas; que la retórica de abuso y estigmatización genera un ambiente de agitación incesante contra los periodistas independientes; que, bajo el pretexto de luchar contra las noticias falsas, el Gobierno mexicano ha creado una plataforma de propiedad estatal para exhibir, estigmatizar y atacar a la prensa crítica”. La plataforma a la que hace referencia el texto es el espacio Quién es quién de las mentiras de las mañaneras de los miércoles, donde se exhiben reportajes o columnas críticas con el Gobierno y también a sus autores.

En este sentido, los eurodiputados le pidieron al Gobierno mexicano que “se abstengan de publicar cualquier comunicación que pueda estigmatizar a los defensores de los derechos humanos, los periodistas y los trabajadores de los medios de comunicación, exacerbar el ambiente contra ellos o distorsionar sus líneas de investigación”. Hicieron también un llamamiento a resarcir el daño infligido contra ellos: “Que destaquen públicamente el papel fundamental que desempeñan los defensores de los derechos humanos y los periodistas en las sociedades democráticas”.

En el escueto comunicado —pero incisivo— le ha espetado al Parlamento: “Para la próxima, infórmense y lean bien las resoluciones que les presentan antes de emitir su voto. Y no olviden que ya no somos colonia de nadie. México es un país libre, independiente y soberano”. “Evolucionen, dejen atrás su manía injerencista disfrazada de buenas intenciones. Ustedes no son el gobierno mundial y no olviden lo que decía ese gigante de las Américas, el presidente Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, finaliza el texto de la Presidencia.

López Obrador ha sacado toda la artillería y les ha reclamado incluso su responsabilidad en la guerra de Ucrania. “En vez de evitar una guerra, ahora quieren arreglar otras cosas. Y aplican tarde sanciones, que solo perjudican a la gente porque ha subido el recibo del gas y de la luz. Esto no tiene nada que ver con sus pueblos, son sus gobernantes, ellos son pueblos extraordinarios y merecen un mejor destino”. Y sobre el comunicado ha concluido: “Estos señores, legisladores europeos con mentalidad colonialista, aprueban una resolución condenando al Gobierno de México. Antes, como México tenía gobernantes sin autoridad moral, se quedaban callados. Cualquiera ninguneaba a las autoridades mexicanas, pero nosotros no podemos aceptar que nadie le falte al respeto a las autoridades legítimamente y legalmente constituidas”.

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Elena Reina
Es redactora de la sección de Madrid. Antes trabajó ocho años en la redacción de EL PAÍS México, donde se especializó en temas de narcotráfico, migración y feminicidios. Es coautora del libro ‘Rabia: ocho crónicas contra el cinismo en América Latina’ (Anagrama, 2022) y Premio Gabriel García Márquez de Periodismo a la mejor cobertura en 2020

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