Los Premios TRACE de periodismo de investigación reconocen el trabajo de Zorayda Gallegos sobre el Ejército mexicano
La colaboradora de EL PAÍS destapó un plan para desviar 156 millones de dólares a empresas fantasma entre 2013 y 2019
Los Premios TRACE de periodismo de investigación han reconocido el trabajo de Zorayda Gallegos por su trabajo sobre una trama de corrupción en el Ejército mexicano. La reportera, colaboradora de EL PAÍS, destapó en agosto de 2020 un plan para desviar al menos 156 millones de dólares a cientos de empresas fantasma contratadas para llevar a cabo proyectos de infraestructura.
TRACE, una organización empresarial reconocida internacionalmente dedicada a la lucha contra la práctica del soborno, distingue cada año las investigaciones más relevantes sobre corrupción. Gallegos demostró que entre 2013 y 2019 “diversas instancias del Ejército pagaron 2.371 millones de pesos (unos 156 millones de dólares) a 250 compañías que posteriormente fueron declaradas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) como fantasma”.
Esos recursos, detalló la reportera en el artículo publicado en EL PAÍS México, “fueron desviados a través de 11.175 comprobantes digitales, según la información contenida en una base de datos proporcionada por la Administración General de Servicios al Contribuyente del SAT tras diversas solicitudes de información”. La Secretaría Nacional de Defensa también “usó empresas fantasma en trabajos de mejoras en carreteras o caminos rurales que conectan a sus cuarteles y en obras de mantenimiento o adecuación de sus bases aéreas, prisiones, juzgados, centros de justicia, unidades habitacionales, cafeterías, centros deportivos, estacionamientos, gimnasios, museos, centros de desarrollo infantil y en 15 hospitales militares”.
Los fondos públicos desviados en estos centros médicos como el Hospital Militar de Zona en Ixtepec (Oaxaca), el Militar Regional de Puebla (Puebla), el Hospital de Zona del Campo Militar 1 en Naucalpan (Estado de México), el Regional de Especialidades en Mérida (Yucatán) y la Unidad Médica de Consulta Externa del Colegio Militar ascienden a 115 millones de pesos (unos siete millones de dólares al tipo de cambio de entonces). “Los pagos fueron por diversos insumos y servicios clínicos que supuestamente prestaron una treintena de empresas fantasma entre 2013 y 2018″. En otras facturas hubo pagos por 50 millones de pesos para supuestos servicios de obra civil, instalación de invernaderos o viajes para acarrear grava en los viveros forestales”. Y “la empresa que facturó el monto más alto a la Sedena”, denunció Gallegos, “fue Construglobal de Chiapas, que en 2013 y 2014 recibió 312,7 millones de pesos (24,5 millones de dólares)”.
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