Migrantes venezolanos denuncian violaciones en México: “No sé qué es peor, si estar aquí o en Venezuela”
Human Rights Watch alerta de secuestros por parte de bandas criminales y extorsiones de las autoridades mexicanas contra quienes huyen de la represión de Nicolás Maduro
Salir del infierno para caer en un mundo de corrupción, secuestros y extorsiones. Ese es el relato de centenares de venezolanos que ahogados por la represión desatada por el Gobierno de Nicolás Maduro han dejado Venezuela con la esperanza de respirar aires de libertad en Estados Unidos, pero se encontraron con las políticas migratorias de Donald Trump, un muro que les ha impedido poder solicitar asilo en territorio estadounidense. Han tenido que esperar en México, donde según un informe de Human Rights Watch, hecho público este viernes, han sufrido vejaciones de parte de policías, agentes de migración u organizaciones criminales. “No sé qué es peor, si estar aquí o en Venezuela”, resume una de las migrantes el horror sufrido en suelo mexicano.
HRW realizó decenas de entrevistas con migrantes venezolanos varados en México. En el informe afirma que casi todos los venezolanos entrevistados afirmaron ser víctimas de la persecución política desatada por Maduro contra las voces críticas, así como haber sufrido tortura o acoso. Maduro ha desarrollado una sistemática y brutal represión en Venezuela y organizaciones internacionales de derechos humanos han documentado que el régimen ha cometido crímenes de lesa humanidad contra la sociedad. Debido a esa crisis, 5,5 millones de personas han dejado el país, como Mayra, una abogada de derechos humanos y activista de un partido opositor, cuya casa fue allanada por agentes del Gobierno, quienes la detuvieron violentamente, vendaron sus ojos y la arrastraron a una camioneta, donde perdió el conocimiento debido a los golpes y descargas eléctricas que recibió durante seis horas.
Mayra ha contado a HRW que los agentes la trasladaron a un campamento donde un hombre amenazó con matarla si no dejaba Venezuela y desistía de participar en manifestaciones opositoras. Cuando la regresaron a su casa y mientras se recuperaba de sus heridas, un amigo presentó una denuncia policial, por lo que tuvo que acudir a una dependencia donde, ha afirmado, fue secuestrada por dos personas, quienes además le dijeron que su denuncia fue destruida por la policía. Ella decidió salir de Venezuela con la esperanza de conseguir asilo en Estados Unidos. Debido a las políticas migratorias de Trump, Mayra ha quedado varada en México desde 2019, dentro del programa denominado Remain in Mexico (Quédate en México).
El programa comenzó en enero de 2019. Desde entonces, las autoridades migratorias de EE UU han enviado a México a 71.000 solicitantes de asilo, entre ellos centenares de niños, muchos de ellos con discapacidades. “Decenas de miles de familias migrantes, incluyendo venezolanos que buscaban protección frente a la tortura, la persecución política y las detenciones arbitrarias, han sido abandonadas por los gobiernos de Estados Unidos y México en un contexto en el cual sufren extorsión y violencia en México”, ha afirmado José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW. Es el caso de Josué, que abandonó Venezuela junto a su familia y llegó hasta Reynosa, donde todos esperaban para presentarse en la frontera y hacer la solicitud de asilo. Su pesadilla comenzó en el hotel donde se hospedaban, cuando un hombre se les acercó en el vestíbulo y les dijo que trabajaba para el “dueño” del puente fronterizo y que debían pagar una “comisión” de 300 dólares por persona para poder cruzar, ha relatado Josué.
El hombre tuvo que pagar esa primera extorsión, pero la pesadilla no terminó. Días más tarde su extorsionador regresó y esta vez exigió 3.000 dólares. “La familia de Josué no tenía esa cantidad de dinero y le atemorizaba seguir esperando, así que decidieron cruzar el río nadando para llegar a EE UU. Allí, las autoridades los detuvieron, recibieron su solicitud de asilo y los enviaron a Matamoros como parte del programa Quédate en México. Josué nunca denunció el delito porque, según señaló, “todos saben que los delincuentes manejan la frontera”, advierte HRW, que afirma que 1.600 venezolanos tienen aún solicitudes pendientes de asilo en el marco de Quédate en México.
Aunque el presidente Joe Biden busca acabar con una de las medidas más crueles del Gobierno de Trump al recibir a los solicitantes de asilo que viven en el campamento fronterizo de Matamoros, en México, HRW advierte que la nueva administración “sigue invocando dudosos motivos de salud pública para expulsar a solicitantes de asilo que llegan a la frontera, y no ha tomado ninguna medida para solucionar la situación de 30.000 individuos a quienes les desecharon sus solicitudes de asilo injustamente tras ser enviados a México”, incluidas restricciones hechas invocando el temor de propagación de la covid-19 en territorio estadounidense.
HRW en su informe recomienda al Gobierno de Biden poner fin a estas expulsiones, permitir que los solicitantes de asilo cuyos casos fueron desechados en el marco de Quédate en México puedan iniciar un nuevo proceso en Estados Unidos e instruir a las autoridades migratorias que acojan las solicitudes de aquellas personas que quieren ingresar a territorio estadounidense por motivos humanitarios. El organismo también ha emitido recomendaciones al Gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien ha desarrollado una agresiva política contra los migrantes después de que Trump amenazara en mayo de 2019 con una tasa del 5% a cualquier importación, si México no frenaba la migración. Para HWR, México debe negarse a aceptar nuevas expulsiones de solicitantes de asilo e investigar y enjuiciar a los responsables de delitos contra migrantes. “Mientras el Gobierno de Biden termina de revertir este programa abusivo [Quédate en México], el mexicano debe asegurarse de que los solicitantes de asilo puedan permanecer de manera segura en México y acceder a servicios esenciales”, exige Vivanco.
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