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Ciudad de México ha recuperado casi el 80% de su movimiento habitual pese al aumento de contagios

Los datos del Gobierno local y de Google Community Mobility Project revelan que la ciudad más poblada de Norteamérica está cerca de alcanzar su movilidad habitual, aunque sigue en semáforo naranja

Anna Lagos
Usuarios del metro, en la estación Pantitlán el 25 de Agosto.
Usuarios del metro, en la estación Pantitlán el 25 de Agosto.Nayeli Cruz

La capital de habla hispana más grande del mundo ha vuelto al ruedo. La movilidad en Ciudad de México ya ha alcanzado casi el 80% de su tráfico habitual, según datos del Gobierno local y de Google Community Mobility Project, en medio de una pandemia que ha cobrado la vida de más de 64.000 personas en el país, de las cuales unas 20.000 corresponden al Valle de México. En la urbe donde viven casi nueve millones de personas pero conviven más de 20, mantener la distancia de un metro y medio entre persona y persona —como han recomendado las autoridades sanitarias— es casi un quimera.

En algunos sitios se han visto nuevamente escenas como la de miles de personas aglomeradas en la estación Pantitlán, entrada obligada para quienes buscan llegar a la capital en metro desde el oriente del Estado de México. Tan solo en esta estación se transportan a diario, en promedio, unas 400.000 personas, según los últimos datos de la Secretaría de Movilidad. Lo mismo ocurre en el Centro Histórico, uno de los sitios más visitados del mundo, donde más de dos millones conviven a diario, según la Unesco.

La movilidad en Ciudad de México ya alcanza el 78% de tráfico habitual respecto del periodo de referencia previo a la declaración de la pandemia —las cinco semanas que van desde el 3 de enero hasta el 6 de febrero— para las tiendas y ocio (restaurantes, cafeterías, centros comerciales y cines); 96% en supermercados y farmacias; 83% en parques, playas públicas, plazas y jardines; 61% en estaciones de transporte y 69% en lugares de trabajo; también ha aumentado el movimiento en zonas residenciales en un 14%. En el Estado de México, la movilidad es incluso mayor que dentro de los límites de la capital: el movimiento en las tiendas y ocio ha llegado al 86%, y en los supermercados y farmacias alcanza el 103%.

Mientras esto sucede, en el centro histórico continuarán medidas más estrictas: han cerrado estaciones del metro aledañas, sumado calles peatonales y organizado las visitas de acuerdo con la letra inicial del primer apellido de los ciudadanos. Los apellidos de la A a la L podrán ir al centro histórico los lunes, miércoles y viernes; mientras que los apellidos que van de la letra M a la Z podrán hacerlo los martes, jueves y sábados. Los domingos, los comercios permanecerán cerrados.

Usuarios de metro, en la estación Pantitán el 25 de Agosto de 2020.
Usuarios de metro, en la estación Pantitán el 25 de Agosto de 2020. Nayeli Cruz

El Gobierno de la ciudad también contempla sanciones como inhabilitar a los negocios por hasta 15 días si se incumplen las normas. Hasta el 7 de septiembre, la ciudad había registrado más de 105.610 casos positivos y más de 10.900 muertes. El Gobierno local ha informado que 158 colonias —de las 207 que existen— como San Gregorio Atlapulco, Santa María Nativitas o Santiago Tulyehualco (en Xochimilco); o la Doctores, la Obrera y la Guerrero (en la Alcaldía Cuauhtémoc), recibirán atención prioritaria, ya que estos barrios representan el 41% del total de casos positivos. La capital ha prometido la instalación de 70 quioscos de salud y pruebas en mercados. Además, supervisarán que se cumplan las medidas sanitarias en el transporte público.

Vicente Acosta, de 27 años, suele pasar por Pantitlán para ir al Centro de manera habitual. Vive cerca de la estación Acatitla, en Iztapalapa, donde conviven unos dos millones de personas. “Para mí es imposible quedarme en casa, soy el responsable de una familia de cuatro. Como perdí mi empleo de obrero, comencé a ayudar en un negocio de muebles familiar, para eso tengo que ir al centro a buscar materiales y la forma más rápida y barata es en el etro”, cuenta. Hasta hace unos meses, Acosta trabajaba armando escenarios para eventos.

A pesar del incremento del tráfico, la Ciudad de México se mueve bajo tierra. El 80% de los viajes se siguen haciendo en transporte público. De hecho, el metro mueve al año a más de 1.647 millones de usuarios. También el transporte en el Estado de México vuelve a la saturación normal: el Mexicable opera ya con el 60% de su carga habitual y el tren suburbano con el 40%. Mientras que el metro de Ciudad de México ha llegado al 60% de su ocupación normal. Aún así, la reducción del uso de transporte durante estos meses ha implicado pérdidas económicas. Según estimó la jefa de Gobierno, los sistemas de transporte perderían alrededor de 2.000 millones de pesos este año.

La Alcaldía donde ha habido más tráfico ha sido Tláhuac, con 90% de su carga habitual, mientras que Miguel Hidalgo ha presentado una reducción del 55%, la zona con menos tráfico. “Aunque se ha recuperado el flujo vehicular, en realidad lo que todavía no aparecen son los picos de la mañana y la tarde. Lo que tenemos es un incremento entre las 12:00 y las 15:00 horas, pues se están haciendo viajes de visitas familiares, servicios de cuidado, de abasto o de pedidos a domicilio”, explica Andrés Lajous, secretario de Movilidad de Ciudad de México.

Desde finales de marzo y principios de abril, los habitantes de la metrópoli comenzaron un confinamiento voluntario que mantuvo a Ciudad de México irreconocible: calles vacías, asientos libres en el transporte público, oficinas desiertas, centros comerciales desiertos y hasta silencio. Pero esta situación excepcional se ha ido revirtiendo poco a poco en los últimos cuatro meses. La gran urbe, el monstruo desmedido, ha regresado al movimiento. Y con él han seguido aumentando los contagios. México es ya el tercer país con más muertes por coronavirus del mundo, después de Estados Unidos y Brasil, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins.

“El punto más bajo de movilidad ocurrió en la primeras semanas de mayo: llegamos al 20% de tráfico habitual. Ahora que estamos en semáforo naranja, vemos una reducción de entre el 30% y el 25%. Nunca hemos tenido la intención de reducir la movilidad, como en otras ciudades del mundo. Nuestra preocupación es por las aglomeraciones que se pueden generar cuando la gente se mueve”, explica en entrevista telefónica Lajous.

En junio, el Gobierno de Claudia Sheinbaum inauguró el sistema del semáforo epidemiológico por el que han ido reabriendo parcialmente comercios, restaurantes, mercados, estéticas, centros comerciales, bibliotecas, bares, cines y museos con medidas de seguridad. El objetivo era frenar la sangría de empleos. En abril se perdieron al menos 12 millones de trabajos, según una encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas.

En México, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de 2016, la tasa de informalidad laboral alcanza cerca de 60% de la población ocupada, por lo que, en términos de movilidad, solo se han tomado medidas para evitar las aglomeraciones.

Nuevas ciclovías, viejas necesidades

Ciclovía en Ciudad de México
Cuartoscuro

A mediados de junio, el Gobierno de Ciudad de México habilitó un programa de ciclovías temporales para evitar la saturación de vehículos en las avenidas principales. La primera corre paralela a la Línea 1 del Metrobús, en Avenida Insurgentes; la segunda paralela a la Línea 2 del Metrobús, sobre Eje 4 Sur. Son 52 kilómetros de ciclovías temporales. De acuerdo con la Semovi, a tan solo un par de meses de haber implementado las ciclovías emergentes, el número de ciclistas aumentó más del 100%. Los aforos de abril mostraron un uso promedio diario de 2.000 personas en bicicleta. Al mes de julio había más de 4.600 ciclistas diarios. En agosto, algunos tramos que reunían 6.000.

 

Aunque las nuevas ciclovías fueron pensadas como temporales, asociaciones como Greenpeace y otros colectivos y organizaciones civiles han buscado su permanencia. En su página, la ONG reúne firmas para solicitar a la Secretaría de Movilidad que las ciclovías sean definitivas. “Hemos documentado que esto ayudará a incentivar el uso de la bicicleta, aumentar la seguridad para disminuir accidentes y combatir los congestionamientos viales”, dice la petición.

 

“Nosotros presentamos una petición para que esta infraestructura sea permanente, pero hay sectores que se oponen. Si antes argumentamos que era algo necesario por el cambio climático y la mala calidad del aire, que cobra la vida de más de 30.000 personas al año en México, la covid-19 viene a acentuar más la búsqueda de una nueva alternativa de mitigar el problema”, dijo Carlos Samayoa, coordinador de Ciudad Sustentables en Greenpeace México.

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Sobre la firma

Anna Lagos
Jefa de redes sociales de EL PAÍS América y EL PAÍS México. Está especializada en temas de cultura y sociedad; interesada en la arqueología mexicana. Antes trabajó en Reforma, Terra, ElEconomista.es y Entrepreneur. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación y Máster en Mercadotecnia y Publicidad por la Universidad Iberoamericana.

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