Ecuador anuncia su salida del ALBA para presionar a Venezuela por el éxodo masivo de sus ciudadanos
El canciller ecuatoriano reconoce la frustración nacional por la falta de “voluntad política” del régimen de Nicolás Maduro de encontrar una solución
El canciller de Ecuador, José Valencia, anunció este jueves que Ecuador se retirará del ALBA como medida de presión para forzar a Venezuela a buscar una solución a los problemas internos que ha provocado un éxodo masivo de venezolanos. "El gobierno de Ecuador está frustrado por la falta de voluntad política del Gobierno de Venezuela para abrir las puertas a una solución democrática a través de un diálogo nacional genuino, sin exclusiones de ningún tipo", declaró el canciller en una rueda de prensa con los ministros de Salud, Trabajo, Interior e Inclusión Económica y Social en la que se abordó la situación de los miles de venezolanos que han llegado este año a Ecuador.
"Condenamos la situación inhumana con la que el gobierno de Venezuela ha sometido a sus ciudadanos" y calificamos "como irresponsables" sus políticas, declaró por primera vez el secretario general de la presidencia de Ecuador, Eduardo Jurado.
Entre enero y junio, Ecuador ha recibido el doble de ciudadanos de Venezuela que en todo 2017, llegando a casi medio millón de personas. De ellos, 72.000 se han quedado en el país que, hasta ahora, era considerado como un territorio de paso entre quienes migran hacia Perú o Chile. "Es un problema que no puede ser encarado por un país individualmente. Requiere una respuesta de todas las naciones", añadió el diplomático. Por eso, agradece la confirmación de Brasil y Chile a la cumbre prevista en septiembre para abordar el flujo migratorio y la situación de Venezuela de forma conjunta.
Ecuador forma parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América junto con Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua, entre otros países de la región, de corte progresista. Pese a su retirada del ALBA, el Gobierno asegura que no integrará otros grupos de estados "que no propicien soluciones constructivas", según Valencia.
El Gobierno de Lenín Moreno ha mantenido una postura de respeto y no injerencia en la situación venezolana, aunque se distanció del apoyo incondicional que prestaba su antecesor en el cargo, Rafael Correa, al régimen de Nicolás Maduro. Pero la llegada de miles de migrantes al país ha terminado por desgastar al Gobierno nacional que la semana pasada comenzó a exigir solo a los venezolanos que presenten un pasaporte "vigente y válido" para entrar a territorio ecuatoriano.
La medida se adoptó, según el ministro de Interior, Mauro Toscanini, para garantizar la seguridad de los migrantes y del país, debido a que la cédula de identidad venezolana o la tarjeta migratoria andina, con la que se permitía el paso en Migración hasta entonces, no había dado suficientes garantías. Desde entonces, la crispación en torno al flujo migratorio se ha elevado en el país e incluso la Defensoría del Pueblo ha pedido al Gobierno de Ecuador que desista de aplicar esa restricción en la frontera.
Con su eventual salida del ALBA, el Ejecutivo ecuatoriano envía, además, un mensaje al régimen de Nicolás Maduro al que señala directamente por la fuga de venezolanos de su territorio. "La masiva salida es consecuencia de la crisis económica y política de Venezuela y tiene relación directa con las tensiones políticas que afectan a ese país. Las repercusiones son regionales", remarcó el canciller Valencia, antes de plantear que "solo una estabilidad democrática producirá una estabilidad económica que evite la continuación del éxodo masivo de sus ciudadanos". Por último, el diplomático señaló que "obrar de otro modo es impulsar a la migración y poner en riesgo derechos humanos básicos como el de la salud, alimentación y educación".
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