La excandidata Beatriz Sánchez anuncia que votará por Guillier

Cuatro días después de que su coalición evitara un respaldo explícito al candidato de centroizquierda Alejandro Guillier con miras a la segunda vuelta presidencial chilena y que dejara en libertad de acción a sus adherentes, la exabanderada del Frente Amplio de izquierda, Beatriz Sánchez, anunció este lunes que votará por el oficialismo de centroizquierda. "Mi voto es contra Sebastián Piñera [de la derecha] y para eso voy a votar por Guillier", señaló la periodista, que obtuvo el tercer lugar en las elecciones con un 20,27%.

La decisión de una de las líderes del Frente Amplio se produjo apenas unas horas después de que el expresidente Piñera acusara irregularidades en la elección del 19 de noviembre, que habrían favorecido a sus principales competidores: "En primera vuelta muchos votos estaban marcados previamente por Guillier o Sánchez", indicó el exmandatario de derecha, lo que desató una avalancha de críticas de parte del oficialismo y de instituciones políticas, como el Servicio Electoral (SERVEL), por la falta de prudencia y de pruebas para sustentar sus dichos.

Empujada por las acusaciones en su contra, Sánchez finalmente anunció su respaldo "personal" a Guillier. "[Piñera] menciona a dos candidatos y me menciona a mí, directamente. Esto es cruzar todo límite y yo lo dije antes y lo digo ahora como excandidata: no se juega con Chile y no todo vale a la hora de una elección presidencial", señaló Sánchez en una rueda de prensa. La periodista aclaró, sin embargo, que "no es un llamado a votar por Guillier" y reiteró que, en cualquier caso, su coalición será oposición en el próximo período, gane quien gane La Moneda por el periodo 2018-2022.

El gesto político, sin embargo, representa un fuerte espaldarazo para el candidato del centroizquierda de Michelle Bachelet, que necesita conquistar a una buena parte del electorado de Sánchez para derrotar a Piñera. Aunque el Frente Amplio estaba a la espera de que la candidatura de Guillier hiciera "gestos audaces" hacia su electorado –como comprometerse al fin del sistema privado de pensiones, por ejemplo–, el oficialismo no tuvo la necesidad de avanzar hacia la izquierda para lograr el compromiso público de algunos de los principales líderes de la nueva coalición.

En los últimos días, algunas de las principales figuras del Frente Amplio han explicitado su apoyo "personal" a Guillier. Esta estrategia, sin embargo, es resistida por algunos sectores internos. El diputado Gabriel Boric, del Movimiento Autonomista y uno de los políticos chilenos mejor valorados por la ciudadanía, señaló este martes en su blog: "Difiero de la estrategia de ir entregando apoyos individuales como cuentagotas. Creo que nuestro papel como frenteamplistas es enfrentar a la derecha y señalar que implicaría un retroceso para el país. Pero, al mismo tiempo, debemos estar permanente interpelando a la Nueva Mayoría (o lo que queda de ella), corriendo sus cercos", indicó en referencia a las distancias que tienen con el oficialismo.

Una de las principales incógnitas que se han abierto es la forma en que el Frente Amplio pretende ser oposición a un eventual Gobierno de Guillier, cuando han contribuido de forma importante para lograr su triunfo. Debido a la importancia del paso dado por Sánchez, Guillier reaccionó casi de inmediato y agradeció su respaldo: "Gracias por tu transparencia, fuerza y valor. Aprecio enormemente tu apoyo y la unidad para construir un Chile más justo", escribió el periodista en Twitter.

Piñera, en tanto, ha intentado explicar que en ningún caso había puesto en duda el resultado de la elección de noviembre: "Yo jamás he hablado de fraude", señaló el expresidente. Sus aclaraciones, sin embargo, no han sido suficientes para aplacar las críticas del oficialismo. Tampoco para calmar las aguas en su propio sector, donde se reconoce en privado el error cometido por el candidato.

La elección del domingo 17 sería estrecha y se disputaría voto a voto. Los analistas repiten que la ganaría quien comenta menos errores en este período. Si bien hasta la primera vuelta se trataba de una elección sin mayor nervio –donde la mayoría de las encuestas daban por ganador a Piñera, por mayor margen del 36,64% que finalmente alcanzó– se ha vuelto una carrera caliente que tiene a Chile polarizado. La Moneda, por ejemplo, está actuando a favor de una sucesión del mismo signo, aunque por muchos meses en el Gobierno primó la prescindencia.

"Chile tiene un prestigio internacional por sus elecciones correctas y transparentes. Seamos responsables y no desacreditemos nuestras instituciones democráticas", escribió en Twitter la presidenta Bachelet, que indirectamente ha asumido un papel protagónico con miras al balotaje.