Las demoliciones inician a punta de cincel y martillo
Unos 160 inmuebles tendrán que ser destruidos en la Ciudad de México, la mayoría de los trabajos serán manuales
Las historias familiares, los recuerdos, reducidos a escombros. Rescoldos del edificio ubicado en Concepción Béistegui 1503, inmueble que después del terremoto del pasado 19 de septiembre ha quedado inhabitable y listo para su destrucción. Una de las 160 construcciones sobre las que ronda el estigma de la demolición en la Ciudad de México.
A punta de cincel y martillo en combinación con los trabajos de la maquinaria pesada se están destruyendo cada uno de los cuatro niveles que conformaban este edificio localizado en la colonia Narvarte, al sur de la capital del país. En los alrededores de la zona acordonada, curiosos, vecinos y exhabitantes del inmueble observan como caen los pedazos de concreto y varilla junto a los muebles y recuerdos que atesoraron por más de 30 años.
“Tantos recuerdos, fotos, muchas cosas, mis hijos aquí estuvieron desde chiquitos, cosas que con tanto esfuerzo vas comprando durante toda tu vida, se quedan ahí”, dice Doni Romero. Ella y su familia ocupaban un departamento en el primer piso de este edificio. El 19 de septiembre ella estaba a unas cuadras de su casa. Al miedo de un temblor que vivió con mayor intensidad, incluso que el del 85, sobrevino la tristeza de ver su patrimonio derruido. “Nos cambió la vida a partir de ese día, fue horrible, no esperas que a ti te pase una cosa así”, subraya.
Este inmueble también albergaba negocios familiares. Margarito Juárez era dueño de la estética Scorpio, un local con 37 años de antigüedad. Ahora su hija, Verónica Juárez, observa entre lágrimas la demolición del lugar. “Siento dolor de ver derrumbada la historia de mi papá, el esfuerzo de su trabajo, y lo vemos que se va cayendo poco a poco”, relata. Su voz es opacada por el sonido de los martillazos y el vaivén de las 20 personas que trabajan para remover el amasijo de concreto y varillas.
"Nuestros hijos también crecieron ahí, junto a su abuelo, hay una historia que ahí se va a quedar y aquí estamos en el proceso del duelo", añade Juárez. El edificio en Concepción Béistegui 1503 es el primero en demolerse y forma parte de una primera fase que contempla a 13 inmuebles de la capital. Edgar Tungüí Rodríguez, secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, ha asegurado que la mayoría de las obras se realizarán de manera manual, con cincel y martillo, para reducir riesgos.
Hasta finales de este mes se tendrá un censo definitivo y costes de dichas demoliciones. "En muchos casos los dueños (de los inmuebles) son los que se van a hacer cargo de las demoliciones, por ejemplo, el caso del edificio de la calle San Antonio Abad 122, el dueño es quien se va a encargar de la destrucción completa del edificio", ha especificado Tungüí Rodríguez.
A un mes del terremoto que destruyó 38 inmuebles y dejó 2.679 con daños estructurales en la capital, los edificios afectados siguen a la luz de las calles con decenas de zonas acordonadas a la espera de un dictamen de seguridad o de una notificación de demolición, tal como ha ocurrido con las ocho familias que hasta hace 30 días vivían en Concepción Béistegui 1503.
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