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Críticas al presidente de Ecuador por mantener la receta económica de Correa

El plan económico de Lenín Moreno aumenta la carga tributaria para sostener la abultada deuda pública

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, durante un discurso televisado este miércoles.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, durante un discurso televisado este miércoles.Eduardo Flores (EFE)

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, se ha ganado esta semana la crítica generalizada de los actores políticos y económicos del país por una propuesta de ajuste que reproduce la receta de su predecesor, Rafael Correa. El plan para la reactivación de la economía le ha costado el beneficio de la duda al incluir una subida de impuestos para las empresas, un aumento de las tasas arancelarias para compensar la salida de dólares del país, recortes insuficientes al gasto público, más deuda y una apertura a flexibilizar las condiciones de trabajo para ciertas actividades.

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Los economistas le reprochan que las cifras no reflejen fielmente la realidad. La oposición sospecha de la influencia del equipo de asesores que heredó del Gobierno anterior de Alianza PAIS. El sector privado está decepcionado por haber mantenido una negociación infructuosa durante dos meses. Y hasta sus colegas de partido cuestionan a Moreno por haber criticado, desmentido y desautorizado la gestión de su predecesor para ahora seguir sus pasos en materia económica.

Todos coinciden en que no ha habido un giro de timón, como había prometido el presidente en su toma de posesión en mayo, para afrontar una economía asfixiada por dos años de caída del precio del petróleo, endeudada más allá de lo permitido por su Constitución y con un deterioro en el número y calidad del empleo.

El mismo Correa ha descalificado las medidas en una de las conexiones que hace desde Bélgica con sus fieles a través de Facebook. "No son nada. Son un parche. Saben que nuestro modelo funcionaba y no lo están cambiando. Lo están manteniendo, como debe ser. Pero recuerden que empezaron con un supuesto decreto de austeridad y, de los 28 puntos, 18 ya estaban en vigencia. Es puro show", ironizó presumiendo, ahora sí, de las previsiones del FMI que anticipan un crecimiento anual del 0,2 % del PIB.

El presidente Moreno aseguró en mayo que no tomaría ninguna decisión que no fuera fruto del diálogo entre las autoridades económicas y los representantes de los gremios. Dos meses después del inicio de las negociaciones, el consejo consultivo envió 139 propuestas que, tras el anuncio del presidente, no han sido acogidas al gusto del sector privado. Si bien Moreno ha aceptado sus reclamos para mejorar el cálculo del anticipo a la Renta –el pago por adelantado de lo que se espera devengar en un año– y evitar cargos en exceso, no han sentado bien los planes para incrementar los aranceles e imponer una tasa fija de 10 centavos a los productos importados con el fin de reducir el contrabando y la evasión fiscal.

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"El comercio necesita una boya que nos permita salir a la superficie. En el sector comercio estamos ahogándonos y, el Gobierno, en vez de darnos un salvavidas, nos da una roca y nos tira un saco de cemento", lamentó el presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Pablo Arosemena. La actividad comercial fue una de las más afectadas por las salvaguardias arancelarias de hasta el 45% que impuso Correa durante casi dos años. "La mentalidad que generó los problemas no puede ser la que genere los resultados, hay que cambiar la mentalidad", apuntó el dirigente.

Ni siquiera los incentivos para las pymes y para los emprendedores, como la exención de pagar Impuesto a la Renta durante los dos primeros años, han compensado el mal sabor de la subida tributaria. Las empresas recuperarán el tipo impositivo del 25% en su declaración de la renta, pese a que Correa lo había reducido al 22  en 2010 como estímulo. "Se hicieron los análisis y vimos que había más necesidades de ingresos y se consideró oportuno volver a esta situación", argumentó el director del Servicio de Rentas Internas, Leonardo Orlando.

Según sus estimaciones y las del ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, el Fisco recaudará 1.600 millones de dólares adicionales que ayudarán a enfrentar la deuda y los compromisos financieros que tiene el país "en niveles que no son adecuados y que generan una carga". De la Torre también recordó que "la economía ecuatoriana pasa por momentos muy difíciles" y el sector privado debe contribuir para que salga a flote.

Con ese propósito, Moreno también aseguró que su gestión reduciría el déficit público del país del 4% del PIB actual al 1% en 2020. Fue la única medida de política fiscal pública que mencionó el presidente. Pero también fue cuestionada. El exministro de Finanzas Fausto Ortiz, que ocupó el cargo en la primera etapa correísta y después se alejó por discrepancias en el manejo de la deuda, corrige la cifra. El déficit fiscal es oficialmente del 6%. "Quizá es un programa adecuado a la realidad que el presidente cree vivir", ironizó y vaticinó que habrá "medidas adicionales en el mes de enero". Justo cuando se celebrará la consulta popular con la que Moreno busca revalidar su liderazgo tras desmarcarse, en formas, de Rafael Correa.

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