Las acusaciones de corrupción empañan el cambio de Gobierno en Veracruz

Las acusaciones de corrupción entre Javier Duarte Ochoa, gobernador de Veracruz, y Miguel Ángel Yunes, quien habrá de relevarlo en el cargo, se han intensificado. El mandatario estatal acudió este viernes a la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) a presentar una denuncia penal en contra de Yunes Linares por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Lo acusa de poseer 26 propiedades en la Ciudad de México y en diversos municipios de Veracruz que no corresponden con sus ingresos como servidor público. “Las pruebas y documentación que entregué no son suposiciones, estoy señalando propiedades a nombre de él, de su esposa y sus hijos que suman un patrimonio por encima de los 400 millones de pesos (unos 22,2 millones de dólares)”, afirmó.

El gobernador electo, Miguel Ángel Yunes, ya había hecho la misma acusación en contra de Duarte. Según reveló, el aún mandatario veracruzano adquirió recientemente una propiedad en el condado de Montgomery, en Texas (EE UU), valuada en 2,5 millones de dólares y ubicada en una exclusiva zona cercana a un bosque. El jueves el diario Reforma exhibió un listado de los inmuebles que posee un cercano colaborador de Duarte. La información –que también fue proporcionada por Yunes a la publicación- detalla que Arturo Bermúdez Zurita, quien renunció a su cargo como jefe de la Policía en Veracruz, cuenta con nueve propiedades en la Ciudad de México, cinco en Xalapa, una en el puerto de Veracruz, dos en Quintana Roo y otro par en Texas. Un día antes el portal difundió un reportaje sobre cinco propiedades del mismo funcionario en Estados Unidos.

Yunes Linares ha acusado a Bermúdez Zurita de ser el brazo derecho del aún gobernador y de encabezar las operaciones de lavado de dinero. El pasado 19 de julio el político del conservador Partido Acción Nacional (PAN) exhibió una lista de empresas que supuestamente son propiedad del exjefe de Seguridad y a las que Duarte benefició con obras y servicios. Las compañías que están a nombre de familiares de Bermúdez Zavala –como su hermana y su esposa- fueron incluidas en un listado de proveedores que cobrarían adeudos pendientes a la administración. Sin embargo Yunes Linares aseguró que el objetivo de la maniobra era desviar el dinero a las cuentas personales de Javier Duarte. Además acusó que las empresas fueron creadas para lavar dinero saqueado de las finanzas públicas. El mandatario electo anunció que pondría una denuncia penal en contra de Bermúdez Zurita por los delitos de abuso de autoridad y tráfico de influencias.

En respuesta a estos ataques, Duarte Ochoa –del gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI)– viajó a la Ciudad de México y llevó a la PGR diversos documentos como escrituras y títulos de propiedad, que según él, demuestran que pertenecen al político del PAN. "Son lujosos departamentos y penthouses en las colonias Polanco y Lomas de Chapultepec (exclusivas zonas de la Ciudad de México), así como mansiones en Veracruz, casas que tienen desde albercas, spas y muelles para aparcar yates", dijo el aún gobernador tras salir de las oficinas de la Fiscalía general en la capital mexicana. Además negó poseer propiedades en exclusivos complejos de Estados Unidos como lo denunció su oponente político. "Este señor es un hampón, es un delincuente, es un gángster que no tiene legitimidad ni calidad moral para señalar a nadie", refutó.

El pasado junio, Miguel Ángel Yunes ganó las elecciones en Veracruz, un Estado donde el PRI -el partido del presidente Enrique Peña Nieto- nunca había perdido. En sus primeras declaraciones a la prensa, el político ganador aseguró que Javier Duarte acabaria en la cárcel. "Ha sido la campaña más sucia y asquerosa en la historia de México. Un Gobierno corrupto y corruptor, el de Javier Duarte, que desarrolló una guerra sucia brutal que lastimó a mi familia, en la que utilizaron cientos de millones de pesos de recursos públicos y a la policía para tratar de perpetuarse en el poder y evitar la cárcel", afirmó en entrevista con EL PAÍS. Días después, Duarte Ochoa respondió y lo acusó de tener un pasado de corrupción y perversiones.