Ecuador deporta a decenas de cubanos
El país andino impuso un visado a los cubanos que entraran a ese país como una escala previa a su viaje por tierra a EE UU
“Nos mantuvieron presos dos días en un subsuelo, solo salíamos al baño con un policía que nos escoltaba”, afirma Adam Méndez Cruz, un niño cubano de 10 años que fue detenido y desalojado del campamento de migrantes llegados de Cuba a Quito, donde se encontraba con sus padres. “Dormíamos tirados sobre las frazadas que pudimos recoger y comíamos gracias a cubanos que nos llevaron comida”, relata el joven Méndez. “A mí me daba miedo, los policías me daban malas sensaciones, pensaba que ya no íbamos a salir”.
Sus padres tienen visado ecuatoriano, pero hace meses que no encontraban trabajo y por eso se unieron a la protesta de sus compatriotas que pedían un visado humanitario para entrar a México y luego ir a Estados Unidos y evitar los peligros de cruzar Centroamérica.
Un hecho inédito
La protesta de los cubanos, que se extendió durante casi un mes, terminó con una deportación masiva de 121 de ellos. Esto es algo inédito en el país andino que en su Constitución de 2008 se comprometió a defender la libre movilidad de personas, pero que en diciembre de 2015 impuso un visado a los cubanos que entraran en Ecuador como una escala previa a su viaje por tierra a EE UU.
Uno de los abogados de los cubanos detenidos, Juan Pablo Albán, denunció varias irregularidades: “La forma en la que fueron mantenidos cuando estaban detenidos, la negación de la libertad, la violación del debido proceso y la expulsión colectiva a un país donde su libertad e integridad están en riesgo”. El Ministerio de Interior argumentó en un comunicado que cumplió las “órdenes judiciales pertinentes” y que 29 personas que pudieron demostrar su permanencia legal en el país fueron liberadas.
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