Peña Nieto: “México es un país que protege los derechos humanos”

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, puso fin el mediodía del martes a su visita oficial en Berlín con una visita de trabajo a la canciller alemana, Angela Merkel, quien lo recibió con un almuerzo al que asistieron importantes representantes de la industria alemana. En una rueda de prensa conjunta, tanto el mandatario mexicano como la canciller coincidieron en señalar que las relaciones políticas y económicas entre los dos países son magníficas.

Ambos líderes se refirieron también a la defensa de los derechos humanos, un tema que ha estado presente durante toda la estancia oficial de Peña Nieto en Berlín, que comenzó el lunes pasado con una visita de cortesía al presidente de Alemania, Joachim Gauck. De hecho, la Coordinación Alemana por los Derechos Humanos en México calificó de "catastrófica” la situación del país en una carta abierta dirigida a Gauck y Merkel. “México es un país que protege la defensa de los derechos humanos”, zanjó el presidente. 

Merkel, por su parte, evitó entrar en detalles pero se atrevió a mencionar el trágico suceso de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, que provocó una ola de indignación y acusaciones contra el Gobierno mexicano. La canciller sí señaló que deseaba apoyar una reforma del cuerpo de policía mexicano. “Queremos que la policía mexicana sea más eficiente, también en el respeto a los derechos humanos”, dijo.

Merkel añadió que existía una gran interés en la cooperación bilateral de reforzar la lucha contra el crimen organizado y reveló que su Gobierno ya le había ofrecido ayuda a México para tratar de esclarecer la desaparición de los 43 jóvenes.

El presidente mexicano llegó al país para poner en marcha el llamado “Año dua Mexico-Alemania”

El tema de la seguridad interna mexicana también fue resaltado por el presidente de Alemania en el marco de un banquete ofrecido el lunes en honor a su homólogo mexicano. En un breve discurso, Gauck destacó que la población mexicana sigue sufriendo el terror. “Los ciudadanos esperan del Estado, además de la prevención de la violencia, que los crímenes sean esclarecidos y sancionados con prontitud y respetando los principios del Estado de derecho”, dijo Gauck, un expastor rebelde en la Alemania comunista que ofreció la ayuda de su país a su colega mexicano, al que recordó que la amistad –entre México y Alemania- se cimienta en valores comunes y la defensa de la vida, la libertad y la seguridad de las personas.

Pero la visita oficial de Peña Nieto en Alemania tenia una meta diferente. El presidente mexicano llegó al país para poner en marcha el llamado Año dual México-Alemania, un ambicioso acuerdo destinado a fomentar los intercambios entre los dos países en temas como la ciencia, la cultura, la educación, innovación, movilidad y sustentabilidad, además de promover e intensificar el intercambio comercial y la inversión alemana.

Alemania es el primer socio comercial de México en la Unión Europea y el quinto a nivel mundial. En la actualidad más de 1.700 firmas alemanas están presentes en Mexico, una realidad que refleja el enorme interés que tienen las empresas germanas en la posición geográfica que tiene el país norteamericano gracias a su cercanía con Estados Unidos.

Sin embargo, los inversionistas alemanes, a pesar de los bajos salarios que se pagan en México y las facilidades para exportar al norte del Río Grande que ofrece el Tratado de Libre Comercio que firmó el país con Estados Unidos y Canadá, aún tienen dudas. Este aspecto fue resaltado por Erich Schweitzer, el poderoso presidente de la Cámara de Comercio e Industrias alemana: “En México existe un gran vacío en temas de seguridad jurídica. El Gobierno debe abordar estos temas si desea atraer a los inversionistas”.