Repostería para principiantes: receta fácil de tarta de fresas y crema

Desmontamos el tópico de que las tartas son complicadas y tediosas, gracias a un hojaldre de mantequilla comprado y una versión sencillísima de crema pastelera.

La tarta más fácil del mundoJULIA LAICH

Hacer una tarta o un pastel puede ser un infierno para muchos, y lo entiendo. Preparar distintas elaboraciones con distintas técnicas y que todas salgan bien, montar las distintas capas, decorarla y que no parezca un desastre culinario, es mucho que gestionar según para quién. Sin embargo, siguiendo la línea de lo que profesamos aquí en El Comidista, las recetas siempre –o casi siempre– se pueden hacer más sencillas sin necesidad de perder demasiado sabor por el camino.

No miento cuando digo que hacer esta tarta de fresas con crema pastelera es irrisoriamente fácil. Lo es por dos motivos: en primer lugar, porque recurrimos a un hojaldre ya preparado como base -de la mejor calidad posible y de mantequilla, por favor- y nos ahorramos el paso de preparar la masa. Si no te hace mucho tilín lo de comprar el hojaldre y quieres hacer tú la masa, puedes sumergirte en la bonita tarea del laminado del hojaldre en el hogar -¡ánimo!- o preparar una masa más sencilla como la de esta tarta de peras y nata.

En segundo lugar, porque la crema pastelera es, probablemente, una de las que menos probabilidad de fallo tiene en la pastelería casera. Uno de los pocos errores que se pueden cometer a la hora de hacer la crema es que le queden grumos, pero basta con pasarla por un chino para darle la textura que le corresponde. Cabe destacar que las cantidades e ingredientes de esta receta están pensadas para una crema sedosa y poco consistente. Si lo que buscas es una crema firme y una tarta a la que le puedas hacer un corte limpio, puedes añadirle gelatina sin sabor.

Para terminar, un último consejo: si quieres que las fresas luzcan brillantes como las de las tartas de pastelería –algo que, en mi opinión, tiene que ver únicamente con lo estético– puedes pincelarlas con dos cucharadas de mermelada de fresa diluida en dos cucharadas de agua tibia.

Dificultad: La de tener arte para colocar las fresas.

Ingredientes

Para un molde rectangular de 30x20 cm

  • Una plancha rectangular de hojaldre de mantequilla
  • 500 g de fresas
  • 700 ml de leche entera
  • 70 g de harina
  • 100 g de azúcar
  • 2 huevos
  • 3 yemas
  • 1 vaina de vainilla
  • 1 trozo de piel de limón (opcional)

Instrucciones

1.
Calentar el horno a 200 ºC. Colocar la plancha de hojaldre en el molde con papel de horno y procurar que queden unos bordes de tres cm de alto aproximadamente. Pinchar con un tenedor repetidas veces por la superficie. Colocar encima otro papel de horno y peso: si no tienes las típicas bolitas de cerámica que se utilizan como pesos en pastelería, unos garbanzos secos son perfectos para este propósito. Hornear durante 30-35 minutos. Retirar los pesos y hornear cinco minutos más si la superficie estuviese muy blanca. Dejar enfriar.
2.
Mientras, preparar la crema pastelera: calentar la leche junto con la vaina de vainilla y la piel de limón en un cazo a fuego medio-bajo.
3.
En un bol batir los huevos, las yemas, la harina y el azúcar hasta que esté todo bien incorporado.
4.
Una vez la leche esté caliente, añadir al bol, mezclar bien y devolver la mezcla al cazo. Cocinar sin dejar de remover hasta que espese durante cinco minutos aproximadamente. Retirar el limón y la vainilla, tapar con un film en contacto con la crema para que no se seque la superficie y dejar templar.
5.
Lavar las fresas y retirar su pedúnculo. Cortarlas por la mitad, en cuartos o en láminas, según se desee.
6.
Verter la crema pastelera sobre el hojaldre cocido y colocar las fresas por encima. Decorar al gusto y conservar en la nevera.

Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com.

Sobre la firma

Más información

Archivado En