Tortilla de patatas: ocho errores que evitar y una receta que funciona
El gran clásico de la cocina española es pura técnica: triunfar o quedarte a medias depende de no cometer determinados fallos. Éste es el proceso para conseguir una tortilla de diez
¿La tortilla de patatas te sale regular, sin gracia, así asá, ni chicha ni limoná, meh? ¿O directamente mal? Relájate, porque no eres la única persona en el mundo a la que le pasa. Bajo el radical minimalismo de su lista de ingredientes –patata, huevo, aceite, sal y, a lo sumo, cebolla– y su engañosa apariencia de sencillez, este gran clásico de la cocina española esconde sus trampas. La técnica lo es todo en su preparación, de ella depende conseguir un plato delicioso o acabar sirviendo un ladrillo a duras penas comestible.
Tras identificar los fallos habituales en el gazpacho, el Equipo de Detección de Errores Culinarios de El Comidista ha sometido a análisis a la tortilla de patata, para identificar los ocho más peligrosos. No nos metemos en debates manidos que ya aburren, como el de la presencia o no de cebolla, sino que intentamos darte las claves para que puedas hacer una buena tortilla a tu gusto. En el vídeo de arriba tienes los errores, y de regalo, una receta que no falla.
Ingredientes
Para 4 personas
- Unos 600 g de patatas
- 7 huevos L
- 1 cebolla (opcional)
- Aceite de oliva
- Sal
Instrucciones
Picar fina la cebolla, si se usa.
Ponerla con aceite abundante en una sartén mediana a fuego medio-bajo.
Pelar las patatas y cortarlas en trozos pequeños (ver vídeo). Añadirlas a la sartén, salar y cocinar unos 15 minutos, o hasta que las patatas estén confitadas y bien hechas por dentro. Si no tienen suficiente aceite como para estar casi cubiertas, añadir más (ver vídeo).
Subir el fuego y freír unos cuatro o cinco minutos hasta que parte de las patatas estén doradas, con algunos trozos tostados.
Escurrir la patata con cebolla sobre un colador con un bol debajo, y dejar que caiga el exceso de aceite.
Mientras, batir los huevos sin introducirles demasiado aire y salarlos.
Cuando la temperatura de la patata haya bajado un poco, mezclarla con el huevo y dejar reposando.
Poner a calentar a fuego medio una sartén antiadherente con un poco del aceite en el que se han frito las patatas. Cuando esté caliente pero no humeando, verter en ella la mezcla de huevo y patata.
Bajar un poco el fuego, dejar unos segundos y remover ligeramente el centro. Cocinar uno o dos minutos más sin remover, y darle la vuelta con una tapa (ver vídeo). Cocinar por el otro lado uno o dos minutos más y pasar a un plato.
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