Rin ran murciano de bacalao: una receta tradicional y fácil para el aperitivo
Pescado desalado, carne de ñora, cebolla y limón es todo lo que hace falta para preparar este rin ran (que no lleva patata)
El rin ran es uno de esos platos con pedigrí popular perfectos para generar discusiones entre comunidades. “¿Cómo puede un sencillo plato de bacalao convertirse en una bronca potencial?”, se preguntará un sector (mientras el resto tiene claro que en España, cuando sale la comida a la palestra, no necesitamos sardinas pa’ beber agua). Pues porque en Cazorla lo que se conoce como rin ran lleva patata cocida, comino y huevo duro –aquí va la receta del gurú comidista Mikel López Iturriaga–; mientras en Murcia es una tapa donde el pescado se aliña para servirse después con un buen pan.
Su origen no está muy claro, más allá de los trucos que tenían antaño en cada región para combinar los alimentos al alcance y conseguir algo rico que llevarse a la boca. Mejor si era fácil de transportar, no se estropeaba rápidamente y podía completarse con algo fresco –a veces del mismo huerto, si se llevaba al campo– y alargarlo con un carbohidrato, para que saciara más.
La gracia del rin ran está en su sencillez: con muy pocos ingredientes se consigue un bocado intenso, fresco y adictivo por la combinación del bacalao meloso, ñoras ahumadas, cebolla aún crujiente, aceite de oliva y un chorrito de limón al que le añadí un poco de ralladura (algo seguramente nada canónico, pero muy aromático). Tampoco tiene mucho sentido ponerse purista en este tipo de preparaciones, en las que las proporciones o el aliño varían con cada receta familiar. Lo que no me saltaría es acompañarlo con un pan bueno recién tostado y caliente, que hace que la grasa se funda un poco y le da un contraste crujiente perfecto a cada bocado.
Dificultad: Diferenciarla del otro rin ran y no hacerte un lío
Ingredientes
Para 4-5 personas
- 300 g de bacalao desalado y desmigado (sin piel ni espinas)
- 4 ñoras o pimientos choriceros secos
- 1 cebolla blanca o dulce
- 1 limón
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal (opcional, dependiendo del punto del bacalao)
- Opcional: guindilla o chile en copos
- Pan para servir (opcional, pero muy recomendable)
Instrucciones
Si el bacalao está muy salado, dejarlo en agua fría –en la nevera– durante el tiempo necesario para que quede al punto.
Tostar las ñoras ligeramente en una sartén sin aceite hasta que se ablanden. Dejar enfriar, sacar las semillas y cortar la carne en trozos pequeños.
En la misma sartén, con un poco de aceite, saltear el bacalao desmigado para sacarle humedad y potenciar su sabor.
Picar finamente la cebolla.
Incorporar las ñoras al bacalao y cocinar cinco minutos.
Añadir la cebolla, un poco de aceite y cocinar todo dos o tres minutos más para que se integren los sabores.
Poner un poco de ralladura y zumo de limón, remover con cuidado y rectificar de sal si hace falta. Servir a temperatura ambiente, con un chorro de aceite de oliva por encima y acompañado de pan.
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