Canelones de calabacín: la versión sin pasta de un plato de siempre

No todo canelón necesita ser preparado con pasta, también puedes hacerlos con finas láminas de calabacín y rellenarlos con pisto, carne picada, atún, o como estos, con pollo y verduras

No hay forma de que salgan malosMiriam García Martínez

Estos canelones de calabacín son unos paquetillos o rollos en los que usamos láminas de calabacín como envoltorio en lugar de la tradicional pasta; son, por tanto, perfectos para celiacos, porque admiten una elaboración idéntica a la de cualquier canelón, pero sin gluten. La idea procede de los involtini italianos, rollitos montados con diversas verduras como berenjena o calabacín, o también finos filetes de carne o pollo, con rellenos variados al gusto del consumidor.

El relleno de estos canelones de calabacín podemos hacerlo vegetariano, con un suculento sofrito de verduritas al estilo pisto, por ejemplo, o incluso agregando alguna legumbre escurrida, o tan tradicional como nos apetezca, con su carne picada, restos de cualquier asado o incluso atún o bonito. Aquí hemos usado unos contramuslos de pollo que mezclamos con un sofrito de calabacín, cebolla y tomate. Rematamos la faena cocinando los envoltorios en una rica salsa de tomate casera, pero anegadlos en bechamel si lo preferís.

Tiempo: 50 minutos

Dificultad: Sacar láminas de calabacín con mimo, sin romperlas

Ingredientes

  • 3 calabacines hermosos
  • 2 cebollas
  • 2 dientes de ajo
  • Aceite de oliva virgen
  • 350 g de contramuslos de pollo (o 300 g de restos de pollo asado)
  • 400 g de tomates enteros y pelados para el relleno
  • 800 g de tomate triturado para la salsa
  • Sal
  • Pimienta
  • Orégano seco
  • Queso fundente al gusto (facultativo)

Instrucciones

1.

Lavar los calabacines. Laminar dos de ellos con un pelaverduras o un laminador de queso, sacando láminas enteras. Aprovechar los restos del calabacín para el sofrito que haremos. Cortar en dados el tercer calabacín.

2.

Pasar las láminas de calabacín brevemente por el microondas a máxima potencia, unos dos o tres minutos en un bol tapado, para que se ablanden (o cocinarlas brevemente al vapor, porque el cocinado final en la salsa puede no ser suficiente para que queden bien blandas).

3.

Pelar y picar las cebollas y los dientes de ajo.

4.

Cubrir de aceite de oliva el fondo de una sartén amplia y sofreír la cebolla  hasta que se transparente.

5.

Agregar entonces el ajo y darle unas vueltas para que pierda el sabor a crudo.

6.

Subir un poco el fuego, incorporar los contramuslos salados y cortados en tiras, y freír hasta se cocinen. 

7.

Añadir los tomates enteros y sofreír el conjunto, troceando los tomates con el canto de la espumadera, el tiempo necesario hasta obtener una pasta relativamente seca y reducida. Salpimentar.

8.

Para rellenar las láminas de calabacín, colocar dos láminas sobre una tabla, ligeramente solapadas la una con la otra a lo largo. Poner una cucharada del relleno en un extremo y enrollar las dos láminas al alimón, formando un canelón. Ir pasando los canelones formados de esta manera a una fuente de horno untada con aceite de oliva.

9.

Verter el tomate triturado en la fuente, salpimentar y sazonar con orégano seco al gusto.

10.

Si se quiere, cubrir con queso fundente rallado. Meter la fuente en el horno previamente calentado a 200 °C y cocinar hasta que se reduzca la salsa y el queso se dore, unos 15-20 minutos según la potencia de cada horno. Servir de inmediato con pan para mojar la salsa.

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