Cinco vinos tintos (con buena relación calidad- precio) de Ribera del Júcar

Un ejemplo de las paradojas que todavía lastran el sector vitivinícola español es el desconocimiento popular de la pequeña Denominación de Origen Ribera del Júcar, una de las zonas mejor dotadas para la elaboración de tintos de alta calidad. Por contra, esta falta de reconocimiento supone una ventaja para los consumidores: sus vinos ofrecen una excelente relación calidad-precio. Ubicada en el límite Este de la provincia de Cuenca, donde el guijarro forma una capa profunda que cubre arcillas y arenas, evitando la evaporación de las escasas lluvias, y donde la luz rebota contra las uvas. Allí, donde el secarral se ablanda, el pino mediterráneo crea una mancha verde y aromática, las noches son frescas y el viento llega cargado de humedad recogida en la cuenca del Júcar.

En este lugar, la DO Ribera del Júcar, creada en 2003 bajo los auspicios de la nueva Ley del Vino, generó muchas expectativas, presagiando el nacimiento en Cuenca, dominada por los vinos manchegos a granel, de una zona con un futuro prometedor. Tan seguros estaban de ello que Ribera del Júcar fue la primera DO española en la que sus vinos fueron valorados y certificados por un organismo externo e independiente, el IVICAM (Centro de Investigación de la Vid y el Vino de Castilla-La Mancha). Ribera del Júcar es una zona pequeña de 9.700 hectáreas, que cuenta con solo siete bodegas embotelladoras y una producción de 460.216 botellas en 2023, según datos del Consejo Regulador de la DO Ribera del Júcar. Los 900 viticultores se agrupan mayoritariamente en cooperativas cuya labor ha sido fundamental, en particular la de Nuestra Señora de la Cabeza, con su pionero Casa Gualda. Pese a la alta calidad de sus vinos tintos, no han logrado obtener el merecido reconocimiento público.

De estas tierras y estas viñas se han nutrido bodegas prestigiosas, una situación aberrante que la Ribera del Júcar ha conseguido remediar. Para lograrlo, cuentan con algunos parámetros de calidad excepcionales: un terruño que se asemeja al de Châteauneuf-du-Pape, en el valle del Ródano, por sus cantos rodados laminados (galets roulés) pulidos por la acción del agua y el viento, que permiten, además de lo ya señalado, un perfecto drenaje al tiempo que otorgan un fuerte carácter a los vinos; un clima continental de la meseta central ibérica, moderado por la influencia mediterránea, lo que garantiza la perfecta maduración de las uvas.

Finalmente, un gran varietal perfectamente adaptado a la tierra y el clima, la bobal, en ocasiones de viejas cepas de pie franco, que se expresa en sus intensos aromas frutales, acidez media y potente estructura. Todo esto posibilita una elaboración enológica creativa y de precisión, con fermentaciones y crianzas en tinos y barricas de roble, e incluso en ánforas. De ahí que el principal desafío sea revertir la situación y ganar posiciones en los mercados de calidad. Lo que exige invertir inteligentemente en promoción y comercialización. Porque la calidad de sus vinos es un hecho indiscutible. Y casi todos, como estos cinco tintos, a un precio irresistible.

LOS BOBALISTAS BOBAL CUVÈE 2022

EL IMPERIO 2022

CLAROS DE CUBAS ORIGEN 2017

VEGA MORAGONA LA DUNA 2021

ISABELLA 2022

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