
El Gobierno mueve ficha tras el golpe del Supremo y prepara ya el relevo en la Fiscalía
La condena del Tribunal Supremo al fiscal general, Álvaro García Ortiz, ha abierto una crisis institucional que el Gobierno intenta manejar con una estrategia calculada. En La Moncloa sostienen que la sentencia carece de pruebas y la leen como una declaración de guerra procedente de un sector del tribunal, con el juez Manuel Marchena como figura dominante.
¿Cómo ha reaccionado el Gobierno? Su estrategia pasa por mantener la agenda internacional del presidente y proyectar normalidad institucional.
- Al mismo tiempo se ultima el nombre de un nuevo fiscal general de perfil claramente progresista.
¿Y cuál es el diagnóstico del PP? La dirección popular ofrece la lectura opuesta.
- Considera que la condena es un golpe definitivo a un Gobierno desgastado y que solo queda decidir cuánto se prolonga su agonía política.
¿Qué puede pasar ahora? El conflicto puede intensificarse si el Tribunal Constitucional, con mayoría progresista, revierte la sentencia del Supremo.
- En el Ejecutivo creen que la derecha judicial y política no asumirá una decisión que contradiga al alto tribunal, lo que alimentaría un choque entre instituciones y dañaría la legitimidad de ambas.
©Foto: Pablo Monge