
Drones, cazas, sabotajes: así se libra la ofensiva de Putin contra Europa
El Kremlin ha dado un paso más en su pulso contra Occidente. Con la guerra en Ucrania a punto de cumplir cuatro años y sin avances en el frente, Moscú ha multiplicado las operaciones de injerencia, sabotajes, ciberataques e incursiones en el espacio aéreo europeo.
Un concepto. La guerra híbrida es la estrategia de mezclar lo militar con lo encubierto.
- Rusia combina ataques convencionales con operaciones menos visibles: sabotajes a infraestructuras críticas, ciberataques, campañas de propaganda, asesinatos selectivos o injerencias políticas.
- En las últimas semanas, se han sucedido los incidentes: drones derribados en Polonia, incursiones en Rumania y Estonia, un avión espía en el Báltico o interferencias en aeropuertos daneses, entre otros.
¿Qué busca Rusia? Moscú trata de medir las defensas de la OTAN, comprobar sus tiempos de reacción, propagar inseguridad, desgastar a los aliados en recursos y sembrar división interna.
¿Por qué ahora? La escalada llega en un momento en que la guerra en Ucrania está estancada y la economía rusa sufre, lo que lleva a Putin a recurrir a tácticas híbridas más baratas y eficaces para mantener la presión sobre Europa.
Las consecuencias. Esta situación empuja a la UE y a la OTAN a estrechar su coordinación en materia de defensa, mientras algunos socios, como Lituania, reclaman medidas más contundentes.
El pero. La posibilidad de un error de cálculo mantiene encendida la alerta: una respuesta demasiado dura podría desencadenar la escalada que todos tratan de evitar.
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