Cómo actuar cuando alguien nos cuenta que fue víctima de abusos sexuales en su infancia

Cuatro millones de niños, niñas y adolescentes han sufrido abuso sexual infantil en España. Son una de cada cinco mujeres y uno de cada 13 hombres, pero en muchas ocasiones su entorno no sabe reaccionar cuando se atreven a contarlo.

Y es clave. Diferentes estudios científicos indican que una buena respuesta del entorno ayuda a la víctima a que en el futuro no desarrolle tantas secuelas psicológicas.

Recogemos una especie de guía con recomendaciones, según los testimonios de una docena de víctimas:

¿Qué les duele?

Preguntas como “¿por qué no denunciaste?” o “¿por qué has esperado tanto a contarlo?”. En muchas ocasiones es suficiente sobrevivir.
Preguntas que le culpan por no haberlo parado. La agresión sexual suele ser el último paso, antes hay todo un embaucamiento emocional que va minando a la víctima.
Quedar para siempre como la que fue violada/o. “El agresor te quita tu infancia, tu esfera íntima y encima la visión que la gente va a tener de ti en el futuro”.
Restarle importancia. Frases como “al menos no te mató; podía haber sido peor” o centrar la gravedad en si hubo o no penetración.

Lo que refuerza:

Preguntar de nuevo. “Si se muere alguien en la familia de un amigo, no dejaríamos de preguntarle por cómo se encuentra”.
Escuchar palabras de apoyo y validación.
Dejar que sean ellos quienes deciden cómo y a quién contarlo.
Y respetar los tiempos de la víctima. En ocasiones, denunciarlo al momento puede no ser lo que necesiten.

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