(FILES) Italian Cardinal Giovanni Angelo Becciu (R) waits prior to the start of a consistory during which 20 new Cardinals are to be created by the Pope, on August 27, 2022 at St. Peter's Basilica in The Vatican. A Vatican court on December 16, 2023 convicted a once powerful Italian cardinal to five years and six months in jail for financial crimes at the end of a historic trial. Angelo Becciu, 75, a former advisor to Pope Francis who was once considered a papal contender himself, had strongly denied charges that included embezzlement and abuse of office. (Photo by Alberto PIZZOLI / AFP)FOTO: ALBERTO PIZZOLI (AFP)

IGLESIA

Los detalles de la condena por corrupción al número 3 del Vaticano: así usó el dinero de los fieles para lucrarse

Hace diez meses se anunció la primera condena de cárcel en los tribunales vaticanos para un cardenal: cinco años y medio de prisión por malversación y estafa. Entonces solo se publicó la sentencia, pero ahora se han divulgado los detalles.

¿Por qué es importante? Angelo Becciu, de 76 años, era el número 3 del Vaticano, una persona de confianza del Papa. Incluso se llegó a hablar de él como su sucesor. Además, nunca antes un cardenal había sido juzgado y castigado de este modo, en un tribunal formado por laicos.

¿Y qué pasó? Entre sus potestades estaba disponer de las donaciones de los fieles. Y con ellas hizo inversiones multimillonarias para obtener rendimientos:

Algunas de ellas fueron muy arriesgadas con las que se expuso a la posibilidad de perder el patrimonio del Vaticano.
Uno de los testigos de la acusación en el juicio, Luca Del Fabbro, un experto llamado para poner orden lo definía así: “Los millones en el Vaticano volaban como si fueran cromos de Panini”
Está condenado por estafa por ingresar a una amiga más de medio millón de euros para la supuesta liberación de una monja secuestrada en Mali que realmente se gastó en hoteles exclusivos, restaurantes y productos de lujo.
Y por malversación al ingresar 125.000 euros en una cooperativa de su hermano sin autorización y con una transferencia a una cuenta de Cáritas (que dirigía un primo suyo) sin ningún fin caritativo.

Las consecuencias fueron devastadoras para el Vaticano. En total, causó pérdidas de entre 77 y 166 millones de euros en las cuentas de la Santa Sede.

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