Así funciona el mercado negro de las cuentas de Glovo
La ley rider, promovida para dignificar el trabajador de los repartidores, no ha logrado terminar con la precariedad del sector. Miles de repartidores de Glovo operan de forma irregular, alquilando las cuentas a terceros a cambio de un porcentaje sobre sus ingresos.
¿Por qué lo hacen? Se trata de inmigrantes sin permiso de trabajo, o con los papeles en trámite, que han encontrado en este mercado negro una forma de salir adelante.
- Toman prestada la cuenta de alguien que tiene la documentación en regla, a cambio de un porcentaje que suele rondar el 20% o el 30%.
- Algunos pagan hasta 400 euros al mes por un perfil en Glovo o Uber Eats sin derecho a prestaciones laborales.
En redes sociales hay varios grupos dedicados a este mercado negro: se compran y se venden motos, bicicletas eléctricas, cascos y cuentas. “Disponibles una cuenta Glovo modo moto en Torrejón de Ardoz y una Uber modo bici”, se puede leer en un anuncio publicado en Facebook a principios de semana.
Pero, ¿y la ley rider? Fue concebida por el Gobierno en 2021 para evitar que los repartidores trabajaran como falsos autónomos, pero Glovo se resistió a regularizar la situación de la mayoría de sus empleados.
- De hecho, la ley rider no obliga a las empresas a contratar. Lo que hace es permitir que se pruebe judicialmente caso a caso si se trata, o no, de un falso autónomo.
© Foto: Claudio Álvarez
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