Encontrar una casa asequible se ha convertido en una odisea para muchos españoles: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
Las economías prósperas tienen un problema muy grave: el acceso a la vivienda (y España no es una excepción).
¿Cuándo empezó todo? Con el estallido de la burbuja inmobiliaria, en 2008. En respuesta a la crisis, los bancos centrales inyectaron grandes cantidades de liquidez para estimular la recuperación y esto dio lugar a la financiarización de la vivienda (el proceso por el cual la vivienda en lugar de ser vista como una necesidad básica se convierte en un activo financiero).
- Desde 2007, el porcentaje de personas que viven en casas de su propiedad ha bajado del 80% al 75%.
- Mientras, el alquiler a precio de mercado ha subido del 10 al 15%.
La realidad en la actualidad:
- Ahora faltan casas, unas 600.000, según el Banco de España, solo para compensar el desequilibrio entre lo poco que se construye y los nuevos hogares que se crean.
- Conseguir hipotecas también es mucho más difícil.
- Los precios han subido más que el poder adquisitivo de las personas.
- Y esto ha desplazado la tensión a los alquileres, sobre todo en las grandes ciudades y zonas turísticas, donde la oferta compite con fenómenos como el arrendamiento temporal y vacacional.
- Esta situación ha llevado a que la desigualdad crezca, sobre todo en algunos grupos demográficos, como los más jóvenes o migrantes.
La situación lleva a los ciudadanos a las calles: cuarenta colectivos han convocado hoy en Madrid una manifestación para denunciar el problema “alarmante” en torno a la vivienda.
©Foto: Sr. García
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