El infierno en centros de inmigrantes turcos financiados con dinero de la UE: hacinamiento, torturas y deportaciones a países en guerra
La Unión Europea lleva ocho años financiando a Turquía para que se convierta en un muro infranqueable para los migrantes que tratan de llegar a Europa. Desde 2016 (cuando firmaron un pacto para contener la inmigración), Bruselas ha otorgado 11.500 millones de euros para atender las necesidades de los refugiados. Pero han convertido el país en un escudo antiinmigración.
¿Y cómo lo hacen? Turquía ha creado una red de centros de internamiento para migrantes en los que, según la investigación, se violan sistemáticamente los derechos de los extranjeros, y muchos de ellos acaban siendo deportados.
- Están abarrotados: las autoridades turcas detienen a entre 15.000 y 25.000 extranjeros al mes, por lo que a veces se obliga a los detenidos a dormir en el patio.
- 30 de 37 migrantes entrevistados por EL PAÍS han reconocido que han sufrido o presenciado violencia física.
- Cuatro de ellos afirman que les metían en una cámara frigorífica por turnos para torturarlos.
- Desde ellos se producen deportaciones a países conflictivos como Siria o Afganistán (pese a que la legislación de Turquía y la de la Unión Europea no lo permite).
- Y durante el último año, ha habido al menos cuatro muertes sospechosas entre sus muros.
Pero la UE los financia. Bruselas ha otorgado recursos a casi todos estos centros con su construcción, con el pago de suministros o contratando personal. Y su bandera está por todas partes.
- Medios de comunicación y organizaciones internacionales han informado de estas violaciones de derechos humanos, y diplomáticos europeos han expresado su preocupación. La UE guarda silencio.
- Y varias fuentes europeas han confirmado que la financiación aumentará en los próximos años.
© Foto: Bülent Kiliç