CAMARERAS DE PISO
Basura en las habitaciones, sueldos ínfimos y dolores crónicos: las kellys vuelven a la carga
Las kellys han vuelto a salir a las calles de Barcelona para rebelarse contra sus duras condiciones laborales. Tras más de una década de protestas y con España batiendo récords de turistas, las camareras de piso sostienen que su situación incluso ha empeorado:
- Cada vez llevan más habitaciones.
- No reciben un suplemento cuando las habitaciones están en estado deplorable.
- Y tienen menos tiempo para limpiar cada estancia.
- Sus salarios apenas han subido (cobran entre el salario mínimo y 1.300 euros).
- En muchos casos siguen cobrando en negro.
- Y a veces ni siquiera llegan a jubilarse en activo por los fuertes dolores que desencadenan largas horas dedicándose a la limpieza.
Entre sus reivindicaciones históricas se encuentra:
- La jubilación anticipada.
- Limitar en el número de habitaciones y dar tiempo a hacerlas (en teoría, 15 minutos para una habitación ocupada; 30 para una de la que sale el cliente; o 45, para una suite).
- O mejoras como camas elevables para evitar cargar con el peso de los colchones.
© Foto: Massimiliano Minocri