Un sacerdote catalán abusó durante décadas de cientos de niñas indígenas en Bolivia

El sacerdote catalán Luis María Roma Pedrosa, conocido como Lucho Roma, abusó durante décadas de cientos de niñas indígenas en Bolivia y lo dejó por escrito. Este es el segundo diario de un pederasta jesuita al que ha tenido acceso EL PAÍS, tras la publicación hace un año de las memorias del sacerdote Alfonso Pedrajas.

Roma había escrito durante su estancia como misionero en Charagua, al sureste del país, entre 1994 y 2005, cómo fotografiaba, filmaba y abusaba de más de un centenar de niñas, la mayoría indígenas guaraníes.
La investigación, que comenzó en marzo de 2019, por encargo de la cúpula de la orden en Bolivia, se alargó durante seis meses.
El propio acusado firmó ante notario una confesión y murió poco antes de que se redactaran las conclusiones.

Los jesuitas no informaron a las autoridades bolivianas de sus hallazgos ni indemnizaron a las víctimas.

Hace un año, tras la publicación de EL PAÍS del diario de otro jesuita español, la orden informó a las autoridades bolivianas de lo ocurrido. Pero la justicia archivó el caso al no encontrar a las víctimas, con las que sí ha hablado este diario.

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