De la huerta de Europa a uno de los polos nacionales de innovación tecnológica

La comarca donde se levanta la capital murciana ha conseguido situarse en una década como una de las cunas de emprendimiento más productivas de España, enclave de los inversores en logística y uno de los mayores centros de investigación agroalimentaria del continente

Julio Núñez

“El futuro empieza en Murcia”. Con este lema, el conocido inversor David Hatchwell, presidente del grupo empresarial Excem y miembro del consejo de Ourcrowd (la plataforma de crowdfunding más grande del mundo ubicada en Israel y que gestiona unos 1.750 millones de euros), desembarcó este verano en la capital murciana para presentar un proyecto en el que lleva años trabajando: Zakut, un mega hub de innovación para acompañar y acelerar proyectos de emprendedores con el objetivo de que, en un futuro breve, puedan ser unicornios tecnológicos (empresas que han alcanzado un valor de mil millones de dólares durante su proceso de levantamiento). “Esto es el resultado de años de viajes de personas del sector público y privado entre Murcia e Israel. Empieza una singladura para nosotros muy emocionante. La podríamos haber empezado en otros lugares, y hemos decidido hacerlo aquí, en [la Región de] Murcia”, explicó Hatchwell el pasado junio durante la presentación de la aceleradora.

A esto se le suma el plan del Gobierno regional de destinar el próximo año 20 millones de euros para fomentar el emprendimiento y el empleo. También son relevantes las iniciativas llevadas a cabo por otras entidades como Correos, con una gran presencia en la zona, que en los últimos años ha definido proyectos concretos para apoyar a los pequeños productores de la zona. Uno de ellos, aún en marcha, consiste en digitalizar los negocios de estos pequeños comerciantes e integrarlos en su market place para que puedan vender en línea y distribuir sus mercancías por toda la Península. En el centro de esta revolución se encuentra Huerta de Murcia, la comarca en la que se ubica la capital autonómica y que absorbe una parte de las grandes inversiones, la aplicación de nuevos conocimientos agroalimentarios, el nuevo desarrollo económico e industrial y un cierto despegue demográfico.

Además de las inversiones en innovación y logística, el sector agroalimentario murciano está considerado de los más rentables de Europa a pesar de enclavarse en un territorio con problemas de extensión de suelo y abastecimiento de agua. De hecho, las exportaciones de fruta y de hortalizas de esta región representan el 20% del total de España (con un valor de 2.564 millones de euros en 2019, según estimaciones de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas), dato relevante si se tiene en cuenta que este territorio solo posee el 2,2% del suelo nacional cultivable. En torno a este ámbito, también están desarrollándose nuevas startups y nichos de mercado. Ángel Mas, miembro del consejo consultivo de la asociación Zakut, afirma que la Región lleva décadas siendo pionera en algunos de los sectores que van a definir el próximo siglo gracias a la digitalización: agrotech (agricultura), watertech (gestión del agua), foodtech (alimentación) y logística. “Todos esos elementos han ganado un protagonismo esencial para el bienestar de los ciudadanos, especialmente en esta época de pandemia. Y Murcia está en el centro”, dijo Ángel Mas durante la presentación de la aceleradora. ¿Cómo ha sido posible esta metamorfosis que ha llevado a esta comarca murciana a competir con los grandes focos nacionales de innovación tecnológica?

Una puerta a Europa desde el Mediterráneo

Para Joaquín Gómez, director del Instituto de Fomento de la Región de Murcia, es el resultado de 10 años de políticas enfocadas en la investigación, el desarrollo, la innovación y el emprendimiento tecnológico. “Un dato importante es que, entre 2009 y 2019, la Región de Murcia ha sido la comunidad autónoma española que más ha crecido en inversión en I+D+i. También tenemos un esquema de incentivos muy atractivo, con hasta un 45% de ayudas a fondo perdido. Y el coste del suelo es de 70 euros el metro cuadrado, por debajo de la media nacional. Esto ha permitido crear un ecosistema de empresas de base tecnológica muy potente a nivel nacional e internacional”, explica. Pero para Gómez hay otro atractivo: el potencial logístico. Desde Murcia capital, gracias a la vertebración de la A-7, la A-30 y la Autovía del Noroeste-Río Mula, se tarda unos 20 minutos hasta el aeropuerto de Corvera (conocido oficialmente como Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia), 35 minutos a Cartagena y su puerto, menos de una hora hasta Alicante y hora y media hacia Albacete. “Somos la puerta de Europa a partir del Mediterráneo. Con el aeropuerto, el desarrollo del Corredor Mediterráneo y, lógicamente, cuando se termine la infraestructura ferroviaria del AVE, las conexiones [en unos años] van a mejorar mucho competitivamente. Esto hace a la comarca muy atractiva para invertir. Además, somos la segunda mayor flota de camiones de España, casi todos vinculados al sector agroalimentario”, explica el director.

Un camión cruza la A-7 a su paso por Murcia.
Un camión cruza la A-7 a su paso por Murcia.Alfonso Durán

Pero el peso del tejido empresarial lo soportan las microempresas: el 95% del mismo lo conforman unos 87.000 de estos negocios. Para Jesús Salinas, jefe de Sector de Distribución en Murcia y Alicante de Correos que durante 15 años ha gestionado unidades de distribución por ambas provincias, explica que estas pequeñas empresas tienen una serie de desventajas cuando intentan acceder a mercados más competitivos, lo que debilita el crecimiento de sus negocios. “Por ello, Correos ha creado una plataforma global de comercio electrónico [bautizada como Correos Market] cuyo propósito es ayudar estas empresas a crear sus tiendas online y posicionar sus productos y su marca en internet con el objetivo de aumentar las ventas en línea y dar a conocer sus marcas”, cuenta Salinas. El proyecto, de ambito nacional y que ya integra a cerca de erca de 1.200 productores y 16.000 artículos, es una forma de fomentar el consumo local y de proximidad. Ejemplo de ello es Behoney, un negocio pequeño de miel de alta calidad que, en poco tiempo, ha conseguido distribuir, desde la Huerta de Murcia, su producto por toda España gracias al comercio electrónico y ha logrado que su producto obtenga el Sello de Calidad Agroalimentaria de la Región de Murcia. “Somos la única miel del mundo que ostenta este sello”, afirma Carlos Moya, uno de los dos gerentes del Behoney.

Tanto las iniciativas de la Administración como las puestas en marcha por Correos facilitan el crecimiento de las grandes empresas de la zona (el sector del mueble, según fuentes del Gobierno de Murcia, está batiendo récords de exportación) y el asentamiento de las pequeñas, muchas de ellas lideradas por pequeños productores y artesanos, que buscan un hueco en el nuevo modelo de consumo y distribución: el comercio en línea.

Granjas de moscas para revolucionar el sector

La clave del desarrollo del sector agroalimentario en los últimos años ha sido la creación de grupos de investigación, vinculados a las universidades de la comunidad, dedicados al estudio de la agricultura y la alimentación. “Esto supone un activo intangible para captación de inversiones. En los últimos años, la Región de Murcia ha sido capaz de atraer nuevos proyectos gracias a esto”, explica Gómez. Prueba de ello es la startup que Diego Amores, profesor en el Departamento de Tecnología de la Alimentación de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, fundó hace siete años: una granja de moscas. Entomo Agroindustrial, nombre del proyecto, se dedica a contactar con empresas que generan grandes cantidades de residuos, investiga la tipología de estos en un laboratorio y les propone construir junto a sus fábricas una planta de cría de larvas de la mosca negra soldado (Hermetia ilucens) para que estas devoren los desechos y los transformen en materia prima aprovechable (para alimentación, elaborar biodiésel o fabricar medicamentos, entre otros muchos usos). Todo el proceso se gestiona a través de un equipo de alta tecnología.

La investigación de esta joven empresa no ha parado y, hoy día está probando el uso de la proteína de insectos para alimentación de peces, aves, cerdos y mascotas, además de como fertilizante. Los resultados, dice, están siendo positivos, especialmente por su bajo impacto medioambiental. “Desde noviembre de 2019, hemos estado trabajando con empresas de la industria agroalimentaria y gestores de residuos a nivel nacional y europeo en el desarrollo de esta tecnología para la valorización de biorresiduos en materias primas de alto valor añadido, como grasa, proteína, quitosano y fertilizante”, cuenta Amores, de 41 años. En estos momentos, Entomo AgroIndustrial está participando en tres proyectos de la Unión Europea (dentro del Programa Marco Horizonte 2020) que les permitirá llevar su tecnología, desde la Huerta de Murcia, a Colombia, Turquía y Malasia. La empresa de Amores es un ejemplo de cómo la reconversión a través de la innovación del sector agroalimentario lo ha hecho más competitivo y, además, está provocando, según fuentes oficiales, que la comarca se esté convirtiendo en un polo de atracción empresarial. Lo que también está llevando a un pequeño despegue demográfico.

Servicios básicos para frenar la ‘exclusión financiera’

En torno al problema de la despoblación, entidades como Correos también están trabajando para mejorar la calidad de vida de los vecinos rurales de la Huerta de Murcia. Uno de sus proyectos ha sido la instalación de cajeros automáticos en localidades de entre 500 y 3.000 habitantes que no disponen de sucursales bancarias y el uso de carteros rurales para acercar a estas zonas servicios básicos que el operador logístico ofrece en sus oficinas: pago de recibos bancarios, venta de sobres, sellos, entradas de conciertos, billetes de tren, embalajes e incluso entrega de dinero en metálico de las cuentas de ahorro de los clientes. Iniciativas que organizaciones como la Asociación de Usurarios Financieros (Asufin) tildan de positivas y necesarias para acabar con la exclusión financiera.

CRÉDITOS

Redacción y guion: Julio Núñez
Fotografía: Alfonso Durán  
Diseño: Juan Sánchez 
Desarrollo:  Rodolfo Mata 
Coordinación editorial:  Francis Pachá 
Coordinador de diseño:  Adolfo Domenech