Una vecina grabó al sospechoso del crimen del portero de Pueblo Nuevo en Madrid cuando fue a pedirle dinero

Sobre las diez y media de la mañana del pasado viernes 29 de septiembre, Alfredo, el vecino sospechoso del crimen del conserje Esteban en Madrid llamó a la puerta una de las vecinas de su edificio para pedirle algo de comida y leche. “Un bollo o algo de dinero”, se le oye decir en las imágenes a la mujer, que le atiende pacientemente. Ella tenía un dispositivo que grababa 24 horas y que captó cuando fue a pedirle dinero y comida. Alfredo se encuentra desde el martes 10 el paradero desconocido y buscado por la policía, después de abandonar su vivienda con una bolsa negra. Casi un día y medio después, el cuerpo del portero de la finca, Esteban, fue encontrado en el piso con una herida mortal en el cuello.

Fue también el martes cuando se perdió el rastro del conserje del edificio, situado en el barrio de Pueblo Nuevo, en el distrito de Ciudad Lineal. Esa tarde, no subió a su casa, en la que vivía con su mujer, al acabar su jornada laboral. Ella avisó a su hijo, que vive un piso más arriba, y comenzaron una búsqueda contrarreloj por el barrio y después por los hospitales de la región. Acabaron el día poniendo una denuncia y, el miércoles por la mañana, pidieron ver las imágenes de ese día a la empresa de seguridad que se encarga del sistema de videovigilancia del bloque. En ellas, observaron cómo el conserje sube a casa del principal sospechoso sobre las seis. No vuelve a bajar las escaleras por las que se accede a la vivienda del vecino sospechoso. El que sí aparece es Alfredo, el propietario de la casa en la que entró Esteban. Sale de ella unos minutos después, con una bolsa. Saluda a una vecina y se esfuma.

El hijo de la víctima acudió con ese vídeo a la policía, pero tuvieron que esperar casi un día más, hasta la madrugada del jueves, hasta tener un permiso judicial para acceder a la vivienda. Los bomberos accedieron a la casa, que estaba sucia y desordenada, por la ventana, sobre las tres de la mañana. Y en el suelo estaba Esteban con una herida de arma blanca en el cuello.

La familia del fallecido asegura que ese vecino le había pedido tanto a él como a otros vecino del edificio dinero o que le compraran cosas para así tener liquidez. También era habitual que pidiera a otros comida, como en el caso de este vídeo. Según relatan en el barrio, la familia de Alfredo tenía varios pisos y negocios y él heredó todo cuando sus padres murieron. Sin embargo, según el entorno, había dilapidado su patrimonio y su capital y desde hacía meses los suministros de su vivienda estaban cortados. La policía sigue su rastro desde el jueves como principal sospechoso del crimen y la familia del muerto también confía en que la colaboración ciudadana sea clave para dar con su paradero.

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