El caso de los menús de comida rápida de Ayuso: la historia de una rectificación

El Gobierno de la Comunidad de Madrid da marcha atrás a su plan de mantener a Telepizza, Rodilla y Viena Capellanes en el servicio a los menores vulnerables hasta final de curso

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sostiene un manojo de espárragos del Carrefour de Alcobendas.Comunidad de Madrid (Europa Press)

Se acabó la comida rápida para los niños vulnerables de Madrid. Van a estar dos meses seguidos alimentándose a base de pizzas, hamburguesas, nuggets o sandwiches. Pero han ganado uno. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ...

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Se acabó la comida rápida para los niños vulnerables de Madrid. Van a estar dos meses seguidos alimentándose a base de pizzas, hamburguesas, nuggets o sandwiches. Pero han ganado uno. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso había anunciado hace tan solo unos días que ampliaría los contratos con Telepizza, Rodilla y Viena Capellanes hasta que finalizara el curso escolar, es decir, hasta finales de junio. En total, tres meses de comida rápida. Pero la presión social, política y sindical ha podido con la presidenta de la Comunidad de Madrid, que hace una semana conseguía que su intervención en la Asamblea se hiciera viral con unas declaraciones que avivaron una polémica latente: “Seguramente a ustedes no les guste y no se las hayan comido en la vida pero a los ciudadanos y a los niños... Juraría que al cien por cien de los niños les encanta”. Tras una semana en el ojo del huracán, la presidenta ha rectificado. A partir del 18 de mayo la alimentación correrá a cargo de las empresas de catering homologadas que normalmente sirven en los centros escolares. Una comida mucho más saludable, según los nutricionistas. Así ha sido la historia de esta rectificación.

En vídeo, Díaz Ayuso defiende los menús de Telepizza para familias sin recursos durante su intervención en la Asamblea de Madrid el pasado 29 de abril. Vídeo: Europa Press

Se suspenden las clases. El 11 de marzo los menores ya no van a las aulas, el sistema sanitario empieza a notar los estragos del coronavirus, los muertos aumentan en las residencias de ancianos y los hospitales auguran un colapso de sus UCIS inminente. En ese contexto, Enrique Ossorio, consejero de Educación, anuncia el día 16 en Twitter un acuerdo con Telepizza para que den servicios a los 11.500 alumnos de familias sin recursos que tienen reconocida la Renta Mínima de Inserción (RMI) de Madrid. Ayuso se une con un tuit a las “buenas noticias”. Solo esperan el visto bueno del Ministerio de Sanidad, que en principio se niega. Unas horas más tarde, el Gobierno central da pista libre. A Telepizza se le une Rodilla, y cada uno cobrará 5 euros por menú entregado. Entre las dos empresas suman 118 puntos de recogida. Varios días después, Viena Capellanes, con 7,3 euros por menú- completa el cupo con 21 establecimientos y seis camiones que llevan los menús a municipios retirados.

Críticas del sector. La oposición pregunta por qué no han mantenido el contrato con las empresas de catering, abocadas a un ERTE. El problema de aquella negociación que duró tres días, según la administración, radicó en la distribución y la falta de Ayuntamientos dispuestos a ayudar. Las empresas, representadas por la federación Food Service España, respetan la decisión pero matizan en seguida que podrían realizar los servicios “a la perfección”. Padres, sindicatos y grupos políticos se llevan las manos a la cabeza. Pero, sobre todo, los nutricionistas, que salen en tromba para explicar los efectos nocivos de una alimentación que “no es mínimamente aceptable”, según un informe elaborado por 17 profesionales que llegó al Defensor del Pueblo.

Los únicos con comida rápida. Municipios como Leganés, Parla, Rivas o Loeches se desmarcan de la decisión de la administración regional y contratan sus propias empresas de catering para dar servicio a los más vulnerables, incluidos los menores. El Gobierno regional recibe críticas, además, por ser el único de España que da comida rápida. Cataluña, Valencia o Canarias entregan a las familias un cheque monedero; Andalucía, Castilla la Mancha o Galicia, mantienen el catering; País Vasco ingresa una cantidad determinada en las cuentas corrientes de los becados. ¿Por qué Madrid no da marcha atrás?

Punto de inflexión. Nada hace cambiar de opinión al Gobierno regional, que defiende que nutricionistas de las empresas validan los menús entregados a los menores. Sin embargo, una fecha lo cambia todo: el miércoles 29. Tras un discurso lleno de ironía en el que apunta directamente a los representantes de Podemos -“que los niños que están en sus casas confinados, y jartos de estar ahí, tengan que aguantar los menús que le podrían poner sus señorías, que a lo mejor son los de Venezuela, que es nada”-, la presidenta Ayuso consigue que su vídeo se haga viral. Ella misma retuitea al día siguiente un meme en el que aparece con un gorro de McDonald’s en la cabeza: “Ensalada mediterránea, pops de pollo, con una bebida, hamburguesa de pollo con patatas otro día, otro día la pizza, que seguramente a ustedes no les guste o no se la hayan comido en la vida, pero las personas… ¿con Coca-Cola? Con Coca-Cola”.

Los Gasol. Empiezan a salir a la luz las primeras consecuencias de la comida basura. Niños que han engordado seis kilos en un mes y otros que han tenido que dejar la alimentación por las consecuencias en su salud. La Fundación Gasol, que nació en EE UU en 2013 con el objeto de promover hábitos de vida saludables para prevenir la obesidad infantil, escribe una carta a la presidenta para pedir un cambio de estrategia en Madrid. Ayuso vuelve a hacer uso de su ironía: “Permitidme que os traslade que esa preocupación es compartida por todo mi Gobierno”, responde, a la vez que a los dos jugadores de baloncesto a “colaborar” en “proyectos solidarios en la Comunidad de Madrid”.

Los plátanos. Pero una noticia se solapa con la siguiente. Ya no hay tregua para el gobierno. Este periódico destapa que la administración regional dejó escapar una donación de plátanos para complementar los menús de Telepizza, Rodilla y Viena Capellanes. Esta última ni llegó a enterarse de la oferta. Un día después se pone en contacto con Plátano de Canarias y llegan a un acuerdo. Pero el lío ya está montado. La propia presidenta vuelve a utilizar Twitter para confirmar que no pudieron acercarse a Mercamadrid a por la fruta. El Gobierno central, por su parte, hace público un correo en el que pide al regional explicaciones sobre los valores nutricionales de sus menús. Todavía no ha pagado la dotación que el Estado debe reintegrar de un fondo extraordinario para esa alimentación.

Marcha atrás. La Comunidad retoma las conversaciones con las empresas de catering. El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, se lo agradece por Twitter y Ayuso responde: “Señor vicepresidente: una vez que las empresas de catering pueden trabajar con normalidad, volveremos a los menús ordinarios”. Un día después fijan la fecha: el 18 de mayo los menores volverán a comer menús saludables. Los inconvenientes de marzo ya no existen.

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