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La izquierda cierra la campaña acariciando la posibilidad de desalojar al PP del poder en Galicia

Rueda pide ayuda a los socialistas que recelen del BNG y a los votantes de Vox: “Los necesitamos más que nunca”

Desde la izquierda, Alfonso Rueda (PP), Ana Pontón (BNG), José Ramón Gómez Besteiro (PSOE-PSG), Marta Lois (Sumar) e Isabel Faraldo (Podemos).Foto: ÓSCAR CORRAL | Vídeo: EPV
Sonia Vizoso

Tal día como hoy, en el cierre de campaña de las elecciones gallegas de 2016, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) vivía un infierno. Los sondeos internos le daban como máximo un escaño, con la posibilidad de quedarse fuera del Parlamento gallego sepultando así casi 35 años de historia. Los pronósticos fallaron y logró seis diputados. Ocho años después, con la misma candidata, Ana Pontón, y el mismo equipo, la demoscopia los sitúa a las puertas del cielo, disputándole al PP la presidencia de la Xunta por un puñado de papeletas. “No son solo las encuestas”, apunta un colaborador de Pontón que también sufrió aquella campaña tan distinta de 2016, “notamos una potente pulsión de cambio en la calle”.

El resultado se prevé ajustado y la supervivencia del PP en el poder dependerá, auguran fuentes nacionalistas, de que esa movilización de la izquierda se traduzca en escaños y la división de las opciones no deje fuera un porcentaje de papeletas significativo. Los primeros indicios apuntan a un aumento de la participación. Casi 59.000 gallegos han emitido su voto por correo, lo que supone un 37% más que en los comicios de 2016, los últimos con los que el dato es comparable, ya que la cifra de 2020 fue mucho mayor porque las elecciones se celebraron en plena pandemia.

Los populares llegan al final de la campaña inquietos, con sus sondeos internos a la baja pero intentando transmitir públicamente confianza en la victoria. En este escenario de incertidumbre, el Gobierno que preside en funciones Alfonso Rueda ha realizado polémicos movimientos a dos días de las votaciones. A través de mensajes en los teléfonos móviles de los beneficiarios, la Xunta ha informado a los mariscadores del pago de las ayudas por la caída de capturas de los últimos meses y ha comunicado a los trabajadores de la sanidad pública la ejecución de una subida salarial pactada hace tiempo. El comportamiento del Ejecutivo del PP ha sido denunciado ante la Junta Electoral. “¡El voto de los gallegos no está en venta!”, clamó sobre estas maniobras el candidato socialista José Ramón Besteiro en el mitin de cierre.

Rueda ha cerrado la campaña con el BNG en su diana y apelando a los socialistas que recelen de Pontón para que le den “una oportunidad”. En una reunión con su equipo y los interventores del partido, el sucesor de Feijóo expresó su “convencimiento” de que este domingo obtendrá “un magnífico resultado” frente a “un multipartito de izquierdas con muchísimas incógnitas”. Al mismo tiempo, el líder de los populares pide ayuda a los simpatizantes del PSOE que “no quieren un gobierno con vínculos con el independentismo” y a los que abandonaron el PP para apoyar a otros partidos como Vox: “Los necesitamos más que nunca”. La alerta de Alberto Núñez Feijóo va por el mismo camino: “Solo la división del voto o el exceso de confianza pueden frustrar nuestra ilusión”.

“Clima de ilusión”

El BNG celebra como un paso importante para el cambio que se haya extendido en la izquierda un “clima de ilusión”. Fuentes del equipo de Pontón sostienen que el PP de Rueda ha perdido “el aura de imbatibilidad” que desprendía cuando Feijóo era candidato. El video electoral más exitoso del Bloque incide en esa idea de que David puede vencer a Goliat. Los nacionalistas se han afanado en desactivar lo que Pontón califica como “la campaña en B” del PP. Así define ella la propagación del mantra de que derrotar al partido de Rueda en las gallegas es imposible, una maniobra destinada a desmovilizar al electorado que vota por la izquierda en otros comicios. “La clave es movilización, movilización y movilización”, proclama Pontón.

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Besteiro ha recorrido 16.000 kilómetros en 15 días. Pide a los gallegos que voten al PSdeG para que el “cambio ilusionante” sea “seguro” y esté en manos de quienes saben “gestionar bien”. Arropado intensamente durante esta campaña por Pedro Sánchez y sus ministros socialistas, Besteiro apuesta por que “España y Galicia vayan en la misma dirección”. Sánchez llama a sus votantes a apoyar a Besteiro para desterrar la maldición de los socialistas en las autonómicas: “El voto útil del 23-J es el voto útil del 18-F”.

La candidata de Sumar, Marta Lois, defiende que su partido, que debuta en unas autonómicas, será “decisivo” el domingo porque “están en juego” dos escaños, en las provincias de Pontevedra y de A Coruña, que su organización le puede “arrebatar” al PP. Yolanda Díaz pide al electorado progresista que no se quede en casa: “Ellos votan todos, los vivos y los muertos”. Advierte que los populares deben de estar “realmente mal” si tienen que traer de apoyo a Isabel Díaz Ayuso.

Vox, con Álvaro Díaz-Mella como cabeza de cartel, se ha volcado en la recta final en disputarle al PP el favor de los votantes de derechas de la única comunidad que hasta ahora se le ha resistido en España. El partido ultraderechista tacha de “manipulación y mentira” la apelación de Rueda al “voto útil” para frenar al BNG. “No hay mayor voto útil que votar a Vox, que es quien se está disputando los últimos escaños con la izquierda y los separatistas”, señala su secretario general, Ignacio Garriga. Podemos, que se estrena en solitario en unas elecciones gallegas, afronta el reto de darle la vuelta a los sondeos, ya que ninguno de ellos le da opciones a la formación de Ione Belarra de entrar en el Parlamento gallego. La candidatura de Isabel Faraldo defiende que su proyecto es el único “verdaderamente transformador” y asegura que con sus propuestas “el señor Amancio Ortega está más preocupado”.

Ourense vive las elecciones más extrañas de su historia. Una campaña en Carnaval, su fiesta grande, sin la maquinaria de la familia Baltar cosechando votos para el PP, con el regreso del voto emigrante que en esta provincia alcanza el 25% del censo y con la incógnita de Democracia Ourensana (DO). El partido de Gonzalo Pérez Jácome se presenta a las autonómicas en su mejor momento, después de haber sido la fuerza más votada en las municipales, y las encuestas les dan opciones de entrar en el Parlamento gallego.

DO concurre a las urnas sin programa ni campaña. Jácome ha reconocido que su única propuesta electoral es en realidad una demanda: más inversiones de la Xunta en la provincia de Ourense. Su objetivo es sentarse en el hemiciclo para ser llave de gobierno. No ha aclarado si salvaría a Rueda o propiciaría un cambio, pero hasta ahora los únicos pactos de este político populista que dice no creer en el eje ideológico derecha-izquierda han sido para apuntalar en el poder a los populares. Jácome no ha hecho prácticamente campaña porque el vibrante Carnaval ourensano le ha puesto en bandeja su mejor arma: el espectáculo. Se ha vestido de astronauta o superhéroe y se ha subido al escenario instalado en la Praza Maior de Ourense por el Ayuntamiento que él dirige para prometer más fiesta y diversión a una multitud enfervorizada de jóvenes.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.
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