La localidad valenciana se ha convertido en la capital del tomate, con el lanzamiento de 130.000kilos de esta hortaliza que transformado sus calles en ríos de color rojo
Se lanzaron 130 toneladas de tomate tipo pera, maduro, para reducir la violencia del impacto. Por primera vez en muchos años, la presencia de visitantes españoles superaba a la de extranjeros.JUAN MEDINA (Reuters)Varias personas cubiertas de tomate participan en la festividad de la Tomatina, este miércoles.Jorge Gil (Europa Press)Ha habido más de un centenar de medios de comunicación acreditados a esta Fiesta de Interés Turístico Internacional declarada hace 20 años.Alberto Saiz (AP)Los turistas procedentes de varios países asiáticos y de Australia, en los que la Tomatina tiene un gran predicamento lúdico, se redujeron notablemente este año por las restricciones o incomodidades que aún operan en sus territorios para viajar a causa de la pandemia, según explica la concejal de Turismo, María Vallés. “El 80% de los visitantes solía ser extranjero, y muchos de Japón, China o Australia”.JUAN MEDINA (Reuters)Los visitantes han pagado una entrada de 12 euros para el acceso, gratuito para los vecinos de la localidad. JUAN MEDINA (Reuters)La limitación del aforo (a 22.000 personas este año) se impuso hace una década ante el continuo aumento en el número de asistentes.JOSE JORDAN (AFP)A lo largo de todo su recorrido por el pueblo, seis camiones van descargando la munición de kilos de tomate al gentío. En el camino hay puntos violetas para denunciar cualquier abuso o incidente que se produzca durante la fiesta.Alberto Saiz (AP)Durante una hora, los tomates han volado entre los participantes en esta guerra que empezó casi por casualidad en 1945, de la mano de unos jóvenes aburridos. La fiesta supone unos ingresos económicos de unos dos millones de euros a la provincia de Valencia por el turismo que atrae.JUAN MEDINA (Reuters)Quienes participaban por primera vez en la Tomatina este año han llegado a Buñol con la expectativa de participar en una fiesta única en el mundo y sobre todo con la lección bien aprendida: hay que apretar un poco el tomate antes de lanzarlo para no causar daño a nadie.Alberto Saiz (AP)Un dispositivo especial ha velado por la seguridad de los participantes y ha facilitado el acceso a Buñol, localidad que ha comenzado el día con un pequeño susto, cuando un deslizamiento de tierra debido a las tormentas ha causado un socavón y ha obligado a desalojar a 12 personas. Solo una ha resultado herida.JUAN MEDINA (Reuters)Un joven se divierte durante la Tomatina de 2022.Ana Escobar (EFE)Con las calles de Buñol oliendo a tomate comenzaban tras la fiesta las labores de limpieza, facilitadas por grandes lonas de plástico colocadas previamente en muchas de las casas para protegerlas de los impactos de la munición roja. La localidad ya piensa en la edición del año que viene, en la que se espera que pueda regresar el turismo asiático y oceánico.
Ana Escobar (EFE)
