12 fotosCataluñaBarcelona vuelve a celebrar la verbena de Sant JoanPor primera vez desde que se decretó la pandemia, el acceso a las playas por la verbena de Sant Joan no tuvo ningún tipo de restricción.El País24 jun 2022 - 09:38CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceLas playas más concurridas han sido las del barrio de la Barceloneta donde se han apelotonado centenares de personas,Gianluca Battista (EL PAÍS)El pasado lunes el intendente mayor de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, ya alertó que las previsiones eran que el número de asistentes a las playas fuera entre 50.000 y 60.000 personas.Gianluca Battista (EL PAÍS)Las playas fueron uno de los puntos neurálgicos de la fiesta, pero cada barrio de Barcelona contaba con sus hogueras y verbenas respectivas.Kike Rincón (Europa Press)La gran novedad este año ha sido el diseño de los recorridos seguros, desde la zona de ocio hasta las paradas del transporte público.Gianluca Battista (EL PAÍS)Los primeros rayos del sol iluminan la playa de la Barceloneta.Gianluca Battista (EL PAÍS)Un grupo de jóvenes celebra la verbena en la madrugada de hoy, en la playa de la Barceloneta.Gianluca Battista (EL PAÍS)Un joven inaugura la temporada de baños tras una larga noche de fiesta.Gianluca Battista (EL PAÍS)Las playas empiezan a vaciarse antes de la llegada la Guardia Urbana y los equipos de limpieza.Gianluca Battista (EL PAÍS)La policía marítima ha participado en el dispositivo de seguridad de la noche en toda Cataluña, que también ha incluido decenas de drones tanto de Agents Rurals como de Bombers de la Generalitat para vigilar el bosque.Gianluca Battista (EL PAÍS)En el dispositivo de limpieza contaba con 160 trabajadores para actuar de manera intensiva. Gianluca Battista (EL PAÍS)Los equipos de limpieza preparan la playa para los bañistas que llegan a primera hora de la mañana.Gianluca Battista (EL PAÍS)Los más perjudicados esta noche, como cada año, han resultado los vecinos de la Barceloneta que han visto invadido su barrio por los millares de personas que han acudido a las playas.Gianluca Battista (EL PAÍS)