Hallado el cadáver del segundo desaparecido en Sevilla, mientras Andalucía sigue pendiente del caudal de sus ríos

La borrasca Laurence se ha cobrado una víctima mortal más en Sevilla. Los equipos de la Guardia Civil y los bomberos de la Diputación de Sevilla han encontrado el cuerpo de Fernando, el hombre que desapareció este martes junto a su mujer, María, cuando ambos iban en su todoterreno y fueron arrastrados por la fuerza de un arroyo en la Sierra Norte de Sevilla. El cadáver de ella fue localizado a primera hora de la tarde de ayer. Las tareas para dar con el hombre continuaron durante todo el martes y se han reanudado ese miércoles con la salida del sol, esta mañana.

También la mañana de este miércoles se ha localizado el cuerpo de un hombre en la misma zona donde desde el lunes se buscaba a un ciclista de 70 años, que desapareció en Añora (Córdoba). El cadáver, según fuentes de la Guardia Civil, ha sido hallado en la margen del río a su paso por Dos Torres, un municipio cercano. A falta de que sea identificado, los investigadores han trabajado con la hipótesis de que también haya sido víctima del temporal, aunque es la autopsia la que determinará las causas de la muerte, precisan esas fuentes. De confirmarse, se trataría de la tercera víctima mortal de la borrasca.

Pero la actividad no cesa. El 112 ha movilizado a primera hora de la tarde a distintos cuerpos de emergencias para intentar localizar a un motorista que ha caído al río Genal, en la comarca de la Serranía de Ronda malagueña, y ha sido arrastrado por la corriente. El incidente ha tenido lugar en un puente que une las localidades de Igualeja y Júzcar y en su localización participan los Geas de la Guardia Civil y los bomberos del Consorcio Provincial de Málaga

Aunque las alertas meteorológicas se mantienen desactivadas para este miércoles tras el tren de borrascas que ha azotado Andalucía en las últimas dos semanas —“somos la nueva Galicia”, ironizó el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno el pasado lunes—, todas las miradas están puestas en el caudal de los ríos de la comunidad, que este martes registraron hitos históricos en cuencas como el Guadalhorce o el Guadalquivir, hasta el punto de que Sevilla activó por primera vez su muro de defensa ante el riesgo de desbordamiento. También se busca a otro varón de 70 años que salió en bicicleta el lunes en la localidad cordobesa de Añora.

La tregua meteorológica también ha permitido retomar la normalidad de las carreteras que habían permanecido cortadas por inundaciones. Es el caso de la AP-4, que había suspendido la circulación desde el lunes por la noche entre Cádiz y Sevilla por el desbordamiento del Guadalquivir a la altura de Cabezas de San Juan por acumulación de agua en la vía, informa Jesús A. Cañas. Anoche se reanudó la circulación en dirección a la capital andaluza y esta mañana se ha reactivado el otro sentido, tal y como ha informado el Ministerio de Transportes. La comunidad mantiene 29 carreteras cerradas al tráfico por inundación. Lo que sigue siendo complicado es el traslado ferroviario. Adif ha informado de retrasos en todos los trenes de alta velocidad con origen o destino en la estación de Málaga por un desprendimiento a la altura de Álora. Otro desprendimiento de tierra también ha provocado la suspensión de la circulación entre Jimena de la Frontera y Gaucín, afectando a los trenes que circulan entre las estaciones de Antequera Santa Ana (Málaga) y Algeciras (Cádiz), tal y como ha informado Renfe, que ha establecido un plan alternativo por carretera para los viajeros afectados.

En Constantina, además de mirar al cielo, también se buscaba en las inmediaciones de la carretera que une esta localidad con La Puebla de los Infantes, una zona de difícil acceso, donde ayer desapareció la pareja de trabajadores del campo arrollada por la crecida del arroyo Guadalbácar. Cuatro equipos de la Guardia Civil y los bomberos de la Diputación de Sevilla han localizado el cuerpo del hombre, Fernando, que se encontraba atrapado entre los bajos del todoterreno. Ha sido cuando se ha procedido a levantar el todoterreno, cuando ha aparecido. La zona donde acabó el coche era de muy difícil acceso. A 400 metros de él es donde los mimos agentes encontraron, menos de 24 horas antes, a su mujer, María.

Ambos habían dormido en una finca particular que tenían arrendada y habían cogido el coche a primera hora de la mañana para regresar a Constantina a trabajar. La fuerza del arroyo, que seguía bajando con mucha intensidad y muy turbio este miércoles, impidió que completaran el viaje. La última vez que se supo de ellos fue alrededor de las 6.30 de la mañana de martes y cuando, sobre las 10.30 no los vieron en sus puestos de trabajo, se alertó al 112.

“El Palmar de Troya es ahora mismo una isla”

Pese a la tregua, la Junta de Andalucía ya prepara el operativo para la llegada de la borrasca Martinho, que se prevé que descargue con fuerza en las provincias de Huelva, Sevilla, Córdoba y Cádiz. Por ello esta mañana se ha reunido el Comité Asesor en el que ha estado presente el presidente andaluz y las másximas autoridades de la comunidad y de esos territorios para abordar las medidas a tomar a partir de esta misma noche.

Preocupa la situacón en el Palmar de Troya (2.306 habitantes), en Sevilla, donde a lo largo del día se ha desalojado a todas las personas que tienen sus viviendas junto a sus cultivos, por la crecida del arroyo Salado, que atraviesa el casco urbano. “Ahora mismo El Palmar es una isla, estamos rodeados por agua y el pueblo no está desagüando”, explica su alcalde Juan Carlos González.

La Junta, tal y como ha informado el consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, situará allí a partir de las ocho de a tarde un puesto de mando avanzado para ejecutar un plan especial para la localidad ante el riesgo extremo de inundaciones. “De momento, los evacuados están en las casas que también tienen en el pueblo y el único que no, ha sido alojado en un hostal cercano, pero no hay viviendas afectadas en el centro”, señala el regidor.

En la capital andaluza el Guadalquivir podría crecer hasta cinco metros, pero su alcalde ha lanzado un mensaje de tranquilidad a sus vecinos. “No hay motivo para alarmarse”, ha señalado. El muro de defensa, que se activó este martes por primera vez desde su construccion en 2011, tiene una altura de 8,5 metros, lo que ofrece garantías ante ese posible incremento del caudal. Sevilla, sin embargo, sigue manteniendo la fase de Emergencia (nivel 1), que activó ayer a primera hora de la tarde.

Y es que a la intensidad de las lluvias de Laurence, se sumaron a las que había dejado antes Jana y Konrad, obligando al desembalse de muchos pantanos. Una acumulación de agua que elevó el cauce de muchos de los ríos andaluces. 19 de ellos llegaron a estar en punto rojo. Tras el aviso de la Confederación Hidrográfica de que el caudal se situaba en los 4,20 metros de altura, el consistorio hispalense activó la fase de Emergencia y ordenó por primera vez cerrar las compuertas de la Vega de Triana ante el riesgo de avenida. Se trata de un dispositivo de defensa que se construyó en 2011 para proteger las áreas más bajas de la zona de Triana, ante posibles crecidas excepcionales del río, cuando supera los límites de seguridad. Estas barreras, de hasta 8,5 metros de altura, pueden activarse de forma automática o manual. El Consistorio también ordenó el desalojo de los funcionarios del edificio Torretriana y el Parque Científico y Tecnológico Cartuja recomendó a sus trabajadores que retiraran los vehículos aparcados cerca del cauce y que evitaran transitar por la zona. También se ha desalojado un asentamiento chabolista ubicado en la ribera del río.

Aguas arriba, el Guadalquivir mantiene el nivel rojo en las localidades cordobesas de Almodóvar del Río y Fuente Palmera, donde la crecida ha provocado pérdidas en los cultivos, según han indicado sus regidores. En la capital, algunas de las 10 familias que fueron desalojadas el martes por precaución han decidido regresar a sus viviendas.

Pendiente de la llegada borrasca Martinho, que llega acompañada de alerta amarilla por lluvias en la Costa del Sol y Ronda, Málaga ha despertado este miércoles soleada y con la intención de hacer balance de un martes aciago tras las intensas lluvias de la madrugada. Sumadas a las vividas durante las dos últimas semanas, han dejado un reguero de inundaciones e incidencias en numerosas localidades. Especialmente en el Valle del Guadalhorce, donde el río que da el nombre a la zona se desbordó tras alcanzar su nivel máximo histórico desde que hay registros, casi cinco metros y medio, a su paso por la localidad de Cártama. Como consecuencia, anegó numerosos campos de cítricos y viviendas aisladas, además de obligar al desalojo y rescate de decenas de personas en la barriada de Santa Ana y el término municipal de Almogía, justo las mismas zonas que sufrieron en las danas del otoño pasado. La Guardia Civil también tuvo que rescatar a diversas personas en Álora debido al aumento del Guadalhorce.

La lluvia era temida sobre todo por la situación del embalse de Casasola, con una capacidad de 21,7 hectómetros cúbicos y que llegó hasta rozar los 25. Con problemas en sus desagües inferiores, todo se confiaba a sus aliviaderos superiores, que vierten al río Campanillas. Finalmente, no causó graves problemas gracias a las actuaciones de prevención realizadas. Este miércoles, el consejero de Medio Ambiente, Ramón Fernández-Pacheco ha anunciado el incio de obras para incorporar una tubería que alivie el agua acumulada y ha indicado que la rejilla se encuentra atascada. La crecida del río, sin embargo, obligó a desalojar a casi 400 familias del barrio homónimo (perteneciente a la ciudad de Málaga) la noche del lunes, aunque a media tarde de ayer ya pudieron volver a sus domicilios. Eso sí, sus calles y aceras estaban repletas de barro por tercera vez en apenas unos meses y tocó de nuevo coger escobas y maquinaria para limpiar. Las clases se han retomado ya también en la decena de centros educativos que suspendieron sus clases ante la alerta naranja activada por Aemet.

Durante la madrugada del martes se registraron acumulaciones de hasta 100 litros por metro cuadrado en distintos puntos de la provincia andaluza. En la zona del Guadalhorce, el pueblo de Casarabonela recogió hasta 116 litros durante la noche, aunque también se rondó la cifra en puntos muy alejados de todo el territorio malagueño, desde Estepona en el oeste a Torrox en el este, cerca de donde cuatro pueblos —Cútar, Almáchar, El Borge y Comares— se han quedado sin agua potable debido a la rotura de una tubería tras el crecimiento del río Benamargosa.

A cambio, la provincia empieza a respirar tranquila tras años de sequía y mira al futuro con cierta tranquilidad gracias a la enorme recuperación de los embalses. Tras ganar más de 60 hectómetros cúbicos en apenas una semana, acumulan ya 324 hectómetros cúbicos. Es poco más de la mitad de su capacidad, pero significa el triple de reservas que hace solo un año. Un buen ejemplo del cambio es el embalse de La Viñuela, el mayor de la provincia, que ha pasado de encontrarse al 7% de su capacidad hace apenas un par de años a rondar el 41%.