Mapa | ¿En qué barrios viven los venezolanos en España? Se han triplicado en siete años

Edmundo González Urrutia, candidato opositor en las elecciones venezolanas del pasado mes de julio, recién llegado a Madrid, se ha sumado al más de medio millón de sus compatriotas que viven en España. Los nacidos en Venezuela que residen en este país se han triplicado desde 2016 y han pasado de ser el 0,4% de la población total a rondar el 1,1%.

La presencia de venezolanos lleva creciendo desde 2016. Lo hizo a un ritmo casi constante de 80.000 personas al año, con el único paréntesis de la pandemia, hasta convertirse en la cuarta comunidad extranjera en España, solo por detrás de marroquíes, colombianos y rumanos.

José Maldonado es uno de ellos. Venezolano de 46 años, llegó a España hace siete años para tratar de ayudar a sus padres enfermos que no podían acceder a las medicinas que necesitaban de ninguna manera. Empezó como repartidor de una cadena de comida rápida y ahora regenta su propio restaurante en Ciudad Lineal. “La mayoría de nuestros clientes son venezolanos, hay muchos en esta zona”, relata.

El último dato del INE es de principios de 2023, pero desde entonces habrán llegado muchos más venezolanos. Una de ellas es Carolina Guevara, de 51 años, profesora, que dejó a sus dos hijos en Venezuela y llegó a Madrid a principios de año. No era la primera vez. Cuando era niña, venía de vacaciones a España. “Siempre estuve relacionada con este país”, explica. Le costó tres meses encontrar un empleo y ahora trabaja como interna.

Son dos caras de un éxodo de más de 7,7 millones de venezolanos, el segundo mayor del mundo, según Naciones Unidas. Hay 3 millones en Colombia y 1,5 millones en Perú, pero España se ha convertido en su principal destino europeo.

¿En qué barrios y ciudades hay más venezolanos?

El siguiente mapa, elaborado con los datos del censo de 2023 del Instituto Nacional de Estadística (INE), muestra el porcentaje de población de cada sección censal que son personas nacidas en Venezuela. Hay municipios y barrios donde pasan del 10%.

Destaca la presencia de venezolanos en municipios importantes de Canarias y Galicia. En San Cristóbal de La Laguna y Santa Cruz de Tenerife son casi el 6% de la población total, y en Ourense y A Coruña pasan del 3%. La presencia de venezolanos en estas regiones puede explicarse, quizás, por efecto del flujo de emigrantes salidos de España en el siglo XX. La conexión es anterior al actual éxodo venezolano: en 2003, la mitad de los nacidos en Venezuela que vivían en España estaban en Canarias o Galicia.

Es el caso de Beatriz García, venezolana de 61 años e hija de canarios, lo que le permite tener la doble nacionalidad. Esta arquitecta llegó hace siete años con el objetivo de conseguir un trabajo similar al que tenía en su país, pero ahora cuida niños. Beatriz es una de los casi 100.000 venezolanos que viven en Madrid, donde son el 3% de la población. Su presencia en la capital es 13 veces mayor que en 2003.

Una migración más transversal en renta

Un elemento distintivo del flujo venezolano es que las llegadas se producen en barrios de todas las rentas.

En Madrid, por ejemplo, son el 3,4% de la población en barrios de renta baja o media-baja, pero también el 2% en las zonas más ricas. Eso los diferencia de otros inmigrantes, como los colombianos o los marroquíes, que son más numerosos en barrios modestos, pero también de los extranjeros europeos, como franceses o ingleses, que suelen encontrarse en zonas de rentas elevadas.

Esta transversalidad, con algunas variaciones, también se observa en otras ciudades como Barcelona, Valencia o Santa Cruz de Tenerife.

Joseph Abdou, de 42 años, es uno de los venezolanos que vive en uno de los barrios de mayor renta de la capital. Llegó a España en 2017, apunta: “El peor momento de la crisis que ha experimentado Venezuela en los últimos 20 años”. Aterrizó solo en Madrid en busca de algunas primas que ya vivían ahí y ahora vive con toda su familia en el barrio de Salamanca.

Pero también es fácil encontrar compatriotas en distritos de menor renta, como Carlos Castillo, de 25 años, o Tony Ibarra, de 30, los dos vecinos de Vallecas, que llevan menos de dos años en este país. Tony trabaja como cocinero en un restaurante del centro. “Aquí donde yo trabajo, trabajan ocho venezolanos y solo un español”. En su tiempo libre también es repartidor de Uber como Carlos.

En el barrio de Quintana vive Lorena Sánchez, que acaba de llegar a Madrid y ha solicitado asilo. Muchos de los migrantes que llegan inician este proceso. Solo entre 2017 y 2023 se registraron más de 200.000 peticiones de asilo de ciudadanos venezolanos en España. “En mi primera cita me desplacé a Pamplona”, cuenta Lorena, que sigue el proceso esperando a tener un domicilio fijo en el que empadronarse, mientras busca empleo.

Algunos de los testimonios coinciden con la dificultad de la llegada. Beatriz, que tenía trabajo y una vida estable en su país, estuvo año y medio sin empleo y acabó con sus ahorros. Cuando comenzó a cuidar niños tampoco le fue fácil: “He sufrido para estar aquí. Ha sido cuesta arriba. Hubo gente que me trató muy mal”, recuerda. Pese a todo, no piensa en volver: “Nunca he vuelto ni pienso regresar. Ya no lo veo como mi país. Me da demasiado dolor, no regresaré aunque el Gobierno caiga”.