La Gioconda actualizada: un ensayo fotográfico sobre la representación de la mujer en el arte
La fotógrafa Dina Goldstein cambia la perspectiva y libera a los iconos femeninos de la historia del arte de la mirada masculina y las sitúa en un mundo arrasado y globalizado
De la sonrisa de Mona Lisa de Leonardo Da Vinci al hombro descubierto de Madame X pintada por John Singer Sargent que le valió, a la retratada, ser ridiculizada por los críticos de la época por lo que consideraron una actitud vulgar y promiscua. A lo largo de la historia, los hombres han convertido a las mujeres en sus musas y han usado sus cuerpos y sus rostros para expresar sobre el lienzo sus visiones del ...
De la sonrisa de Mona Lisa de Leonardo Da Vinci al hombro descubierto de Madame X pintada por John Singer Sargent que le valió, a la retratada, ser ridiculizada por los críticos de la época por lo que consideraron una actitud vulgar y promiscua. A lo largo de la historia, los hombres han convertido a las mujeres en sus musas y han usado sus cuerpos y sus rostros para expresar sobre el lienzo sus visiones del mundo y también sus deseos. Las mujeres no eran individuos autónomos, sino un canal que conectaba al artista con el público o, incluso, al artista con su propio inconsciente.
“Mientras que algunos artistas masculinos celebraron la figura femenina con reverencia o empatía, otros la objetivaron o fetichizaron, contribuyendo a los debates actuales sobre género, dinámicas de poder y la representación de la mujer en el arte”, explica la fotógrafa Dina Goldstein, que ha decidido cambiar la narrativa con su serie Mistresspieces. En sus imágenes, esas figuras femeninas icónicas, esas percepciones masculinas de la feminidad que han marcado la historia del arte, reclaman un lugar en el mundo actual, uno en el que ya no están sometidas a la mirada de los hombres pero sí al devenir de un mundo inundado de plástico, inteligencias no humanas y paquetería de pedidos online.