El Camino de Santiago pero sin Santiago: la mujer que adaptó la ruta espiritual en una isla de Corea del Sur
La periodista surcoreana Myung-Sook Seo peregrinó a Compostela en 2006. Un año después, un recorrido de 27 rutas y 437 kilómetros rodeaban su isla natal, Jeju. Así nació el Jeju Olle Trail
Myung-Sook Seo (isla de Jeju, Corea del Sur, 67 años) prefiere hacer la entrevista en su lengua natal, pero lo que la grabadora acaba captando son varios idiomas entremezclados: español, coreano y algo de inglés. Sentada en la Fundación Ashoka de Madrid, una organización sin ánimo de lucro que identifica y conecta a líderes de innovación social como ella, esta periodista coreana regresa a 2003, año en que leyó en un libro en qué consistía la peregrinación del Camino de Santiago. Ella entonces tenía problemas de salud: “Mi médico me recomendó que hiciese ejercicio”, cuenta. ...
Myung-Sook Seo (isla de Jeju, Corea del Sur, 67 años) prefiere hacer la entrevista en su lengua natal, pero lo que la grabadora acaba captando son varios idiomas entremezclados: español, coreano y algo de inglés. Sentada en la Fundación Ashoka de Madrid, una organización sin ánimo de lucro que identifica y conecta a líderes de innovación social como ella, esta periodista coreana regresa a 2003, año en que leyó en un libro en qué consistía la peregrinación del Camino de Santiago. Ella entonces tenía problemas de salud: “Mi médico me recomendó que hiciese ejercicio”, cuenta. Y no le bastaba con andar 15 minutos diarios. En 2006, se estaba calzando unas zapatillas, poniendo ropa deportiva y viajando a España para recorrer 800 kilómetros rumbo a Santiago de Compostela. Fue una de esas experiencias transformadoras. Un año después, fundaba el Jeju Olle Trail, un conjunto de rutas de peregrinación en su isla natal, Jeju (1.800 kilómetros cuadrados de territorio), con 437 kilómetros de rutas en 27 etapas, todo iluminación espiritual para agnósticos.
Myung-Sook quería ser periodista desde muy niña: “Esta profesión tiene vocación de justicia, de destapar tramas corruptas, de descubrir cosas nuevas. De mejorar el mundo”. Esa vocación la llevó a estudiar en Seúl. Allí vivió uno de los momentos que marcaron su vida: durante su cuarto año de universidad, pasó siete meses en prisión por criticar la dictadura militar de Corea del Sur a finales de los años setenta.
Por eso tuvo dificultades para encontrar trabajo. Se hizo freelance y pasó por distintos medios de comunicación. Gracias a su empeño escaló en ese mundo. Con el paso de los años se convirtió en una de las primeras mujeres periodistas surcoreanas especializadas en política y, más tarde, en la primera jefa de redacción de un medio coreano.
Tras 25 años de carrera, empezó a sentirse cansada. Física y mentalmente. “En Corea del Sur [el país desarrollado con mayor tasa de suicidios, según la OMS] le damos, como sociedad, demasiada importancia tanto a la perfección como a la competitividad”, explica. Entonces llegó 2003. El libro aquel donde aparecía algo llamado Camino de Santiago. En 2006, Myung-Sook dejó definitivamente el periodismo en una oleada de despidos de Sisa Journal, la revista en la que trabajaba. “Muchos de mis colegas habían tenido que dimitir o fueron despedidos por negarse a eliminar un informe negativo sobre el principal patrocinador del periódico”, recuerda. “Eso me hizo cuestionar mi vocación”.
Recorrió el Camino de Santiago. En una de las etapas se encontró con una mujer británica que le preguntó cómo era posible que en Corea del Sur, uno de los países con mayores problemas de salud mental registrados, no hubiese un espacio de libertad y ejercicio similar al sendero español. Así, Myung-Sook Seo planteó el Jeju Olle [que significa “callejones” en el dialecto de la isla] Trail en la isla de Jeju, pero con algunas particularidades: todos los caminos pasarían al lado del mar y acompañados por naturaleza —por sus efectos calmantes— y no tendrían ningún sentido religioso.
En 2007, invirtió sus ahorros de toda una vida en cumplir su sueño. Así, con la ayuda de su familia y amigos, construyó los senderos que pasan por más de 130 pueblos y reavivan las zonas rurales y los mercados locales. Se ha convertido en un espacio para mejorar el bienestar físico y mental. “El Jeju Olle Trail es como un gran hospital. La salud de los que hacen este camino ha mejorado”, subraya sobre su proyecto. “Hicimos una encuesta en 2017 y el 67% había percibido mejoras físicas. El 81% notó beneficios en su salud mental”.