Ucrania, las huellas de la destrucción
El fotógrafo Daniel Beltrá viajó a finales de 2023 a Ucrania con el propósito de documentar el ecocidio y la contaminación de los espacios naturales que estaba provocando la guerra. Sin embargo, la devastación lo colonizó todo
La primera idea del fotógrafo Daniel Beltrá era contar el ecocidio que estaba viviendo Ucrania desde el comienzo de la guerra el 24 de febrero de 2022. Dedicado a los temas de cambio climático y medio ambiente desde hace años, en los que ha trabajado con organizaciones como Greenpeace, Beltrá contactó con el Ministerio de Medio Ambiente ucranio con la ayuda de la Embajada de España en el país. Lo tenía todo listo: el v...
La primera idea del fotógrafo Daniel Beltrá era contar el ecocidio que estaba viviendo Ucrania desde el comienzo de la guerra el 24 de febrero de 2022. Dedicado a los temas de cambio climático y medio ambiente desde hace años, en los que ha trabajado con organizaciones como Greenpeace, Beltrá contactó con el Ministerio de Medio Ambiente ucranio con la ayuda de la Embajada de España en el país. Lo tenía todo listo: el viaje, los permisos y un conjunto de drones con los que iba a sobrevolar Ucrania tomando fotos desde el aire y documentando las otras huellas de la guerra, que incluyen desde destrucción de hábitats silvestres hasta la contaminación del agua. En noviembre pasado llegó a Kiev y se encontró con un contratiempo que tumbó sus planes. “Me dijeron que no podía volar ni un solo dron civil. Se me torció un poco el tema medioambiental…”, recuerda ahora desde su casa en Seattle (Estados Unidos).
A lo largo de las cinco semanas que el fotógrafo pasó en el país en guerra, viajó por pueblos que habían quedado reducidos a ruinas, ciudades que están en primera línea del frente y lugares en los que aún se percibe el paso del Ejército ruso. “Me sorprendí mucho de lo que vi en Izium. Más allá de la destrucción, estuve en casas saqueadas en las que los soldados se llevaron hasta la taza del váter, y eso me hizo pensar: ¿quiénes son esta gente y de dónde vienen?”. De esas semanas recuerda que le ha quedado una sensación “entre el horror y el sinsentido”. Y también, que en primavera tiene previsto regresar: “Vivimos en un mundo en el que es difícil tener la cabeza alta y ser optimistas y yo intento hacerlo, al menos, a través del trabajo”.