Ken Adam: el hombre que creó el universo visual de James Bond
Huyó del nazismo, sirvió en las fuerzas aéreas británicas y aterrizó en Hollywood para dejar una marca imborrable con su trabajo como diseñador en la franquicia de James Bond y filmes como ’Dr. Strangelove’. Un libro de Taschen reúne su obra
El cine existe para elevar la imaginación, yo siempre me he asegurado de que sea así”. Eso dijo alguna vez el diseñador de producción germanobritánico Ken Adam, fallecido en 2016. En su obra se puede apreciar cómo puso en práctica esta máxima: sus diseños eran ambiciosos e inventivos, aprovechando siempre los espacios amplios y los juegos de perspectivas. Es recordado principalmente por su trabajo en las primeras películas de James Bond. Adam fue, según la MGM, el responsable de “crear el esti...
El cine existe para elevar la imaginación, yo siempre me he asegurado de que sea así”. Eso dijo alguna vez el diseñador de producción germanobritánico Ken Adam, fallecido en 2016. En su obra se puede apreciar cómo puso en práctica esta máxima: sus diseños eran ambiciosos e inventivos, aprovechando siempre los espacios amplios y los juegos de perspectivas. Es recordado principalmente por su trabajo en las primeras películas de James Bond. Adam fue, según la MGM, el responsable de “crear el estilo visual” de su franquicia, porque además de los escenarios también diseñó muchos de los artilugios del agente secreto, como su icónico coche Aston Martin con asiento eyectable.
Su contribución al cine, sin embargo, no se limita a James Bond. Así lo muestra The Ken Adam Archive, un libro de coleccionista (a la venta en abril) editado por Taschen junto con la Cinemateca Alemana, a la que Adam donó en 2012 una selección de más de 5.000 obras suyas, tanto publicadas como inéditas. Entre los miles de bocetos de Adam, destaca, por ejemplo, uno de cierto “cuarto de guerra”, que se convertiría en uno de los escenarios más icónicos del cine de Stanley Kubrick en Dr. Strangelove. Según Rainer Rother, director artístico de la Cinemateca Alemana, la filosofía de Adam era la de un diseño “más grande que la vida misma”, y en sus dibujos se puede “apreciar los detalles y los pasos de su minucioso proceso creativo”.
Su vida, si bien discreta, fue tan monumental como su obra. De joven huyó del régimen nazi junto a su familia y, una vez asentado en el Reino Unido, sirvió en las fuerzas aéreas durante la guerra. Después consiguió trabajo en cine como asistente de arte y el resto es historia: más de 70 películas y dos Oscar a su nombre lo colocaron en la cumbre de un oficio que tardó mucho en obtener su merecido lugar de prestigio. Hubo otros antes que Adam, pero él los reivindicó.