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Bizkaia: costa y naturaleza más allá de Bilbao

Bilbao es la puerta de entrada, pero Bizkaia cuenta con una costa y una naturaleza en el interior que ofrecen maravillosas escapadas. Su gastronomía, además, se encargará de convertirlas en viajes inolvidables

San Juan de Gaztelugatxe, un islote situado en la costa de Bermeo que cuenta con un castillo de roca sobre el mar.
San Juan de Gaztelugatxe, un islote situado en la costa de Bermeo que cuenta con un castillo de roca sobre el mar.

Hay territorios cuya capital actúa como un imán turístico para el visitante. Bilbao ejerce esa irresistible fuerza atractiva en tierras de Bizkaia. El casco viejo de la ciudad, la ría, los bares de pintxos, el Museo Guggenheim, el mercado de la Ribera, el Teatro Arriaga, la Iglesia de San Antón… Aunque sus atractivos son irrebatibles, este hechizo suele eclipsar muchos otros tesoros que encierra la naturaleza y la costa de Bizkaia. La capital es punto de entrada, pero Bizkaia no empieza ni termina en Bilbao.

Los 150 kilómetros de la costa de Bizkaia, por ejemplo, son un muestrario de pueblos pesqueros cuya vida discurre a un ritmo distinto del habitual. Las actividades marítimas han marcado la fisonomía, el carácter y su forma de vida. Quien se acerque a Santurtzi encontrará sus calles llenas de vida y de amor a las viejas tradiciones. Su vibrante puerto, uno de los 14 puertos oficiales del Camino de Santiago, es un auténtico museo escultórico al aire libre. El olor a las mejores sardinas asadas aguarda a quienes se acerquen a este mítico enclave. El visitante puede ver en los locales de la Cofradía de Pescadores una teatralización de las antiguas subastas de pescado. También se puede admirar, en una visita guiada, el barco atunero Agurtza, una de las últimas embarcaciones de madera de pesca tradicional. Visita obligada es el Puente Bizkaia, considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2006. Santurtzi está a escasos 15 kilómetros de Bilbao y se puede ir en Metro desde allí.

Museo Guggenheim.
Museo Guggenheim.

El Puerto Viejo de Algorta, en el municipio de Getxo, es un primoroso conjunto de casas blancas, calles empinadas, bares de raigambre marinera y acantilados junto al mar. Este escenario de novela forma parte de un conjunto monumental con categoría de Bien Cultural. Como en el caso anterior, también el Metro desde Bilbao nos lleva tras media hora de trayecto. El Puerto Viejo de Algorta fue morada de marineros expertos en pesca y de los llamados lemanes, expertos que ayudaban a los barcos a sortear los arenales para entrar y salir de Bilbao. La antigua ermita de San Nicolás es una de las grandes referencias del Puerto Viejo, junto con las esculturas del arrantzale (pescador) y la sardinera. Preciso es también acudir al pretil de Riberamune, antaño lugar de reunión de marinos y pescadores desde donde oteaban el horizonte en busca de barcos a los que ayudar.

San Juan de Gaztelugatxe es otra referencia obligada en Bizkaia. Una isla tan pequeña como espectacular, a 35 kilómetros al este de Bilbao, en la localidad costera de Bermeo. El islote está coronado a 150 metros de altura por una humilde ermita consagrada a San Juan Bautista, todo un lugar de referencia para la cultura de los pescadores. A ella se accede a través de un puente con 241 peldaños que ha proyectado internacionalmente la imagen de San Juan de Gaztelugatxe. En efecto, en la serie Juego de Tronos la citada ermita sirvió para escenificar Rocadragón, castillo y hogar de Daenerys. En la serie no se ve la ermita, sino un palacio, pero el puente de piedra es el de San Juan de Gaztelugatxe.

Calles de El Puerto Viejo de Algorta, en el municipio de Getxo.
Calles de El Puerto Viejo de Algorta, en el municipio de Getxo.

Si además de tradición histórica y conocimiento del pasado se busca un encuentro con paisajes naturales, Bizkaia ofrece tres emplazamientos de altísimo valor. Su visita bien merecería un recorrido monográfico para los interesados en actividades al aire libre.

Destaca, en primer lugar, el estuario de Urdaibai, declarado Reserva de la Biosfera por parte de la UNESCO en 1984. Un espectáculo para la vista. Sus 230 kilómetros cuadrados son un santuario para las aves migratorias: el águila pescadora, la golondrina o la cigüeña son algunas de las más de 200 aves que se pueden encontrar en este entorno. Lo explican en el Urdaibai Bird Center. Los amantes del senderismo y la bicicleta disponen de once itinerarios distintos para desplazarse por este paraíso natural. Además, el municipio de Kortezubi, integrante del estuario, dispone de dos importantes puntos de interés: el Bosque Pintado de Oma, obra de Agustín Ibarrola, y la cueva paleolítica de Santimamiñe, Patrimonio de la Humanidad por sus pinturas rupestres de entre los años 14.000 y 9.000 a.C.

Otro referente natural en Bizkaia es el Parque Natural de Urkiola, cuyo paisaje presenta grandes y fascinantes contrastes. Este entorno es lugar de residencia de relevantes figuras de la mitología vasca, además de un punto de peregrinación religiosa. Dentro del parque se ubica uno de los templos más significativos del País Vasco, el Santuario de Urkiola.

Parque natural de Urkiola.
Parque natural de Urkiola.

Por último, merece la pena descubrir el Parque Natural de Armañón, el más desconocido de los parques de Bizkaia, situado en el límite con Cantabria. En el exterior sorprende con un imponente paisaje de macizos rocosos, pero es bajo tierra donde esconde su mayor riqueza: un laberinto subterráneo con más de 200 grutas para visitar como la cueva de Pozalagua, una auténtica catedral con las más espectaculares estalactitas y estalagmitas que se pueden encontrar.

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