Un toque de maracuyá

Animados por el éxito de su atractivo rosado Larrosa, en Izadi (Grupo ArteVino), se atreven ahora con la variedad minoritaria garnacha blanca para ampliar la gama de sus vinos frescos, afrutados y directos. Un concepto arriesgado en una denominación de origen calificada tan prestigiosa como es Rioja, tal vez por eso han extremado juiciosamente el nivel de exigencia en la elaboración, pero sin perder el objetivo de ofrecer vinos de calidad a precios ajustados. Así, las uvas proceden de cepas con más de 50 años de tres pequeñas parcelas situada...

Animados por el éxito de su atractivo rosado Larrosa, en Izadi (Grupo ArteVino), se atreven ahora con la variedad minoritaria garnacha blanca para ampliar la gama de sus vinos frescos, afrutados y directos. Un concepto arriesgado en una denominación de origen calificada tan prestigiosa como es Rioja, tal vez por eso han extremado juiciosamente el nivel de exigencia en la elaboración, pero sin perder el objetivo de ofrecer vinos de calidad a precios ajustados. Así, las uvas proceden de cepas con más de 50 años de tres pequeñas parcelas situadas a unos 700 metros sobre el nivel del mar, vendimiadas manualmente. Y poco más.No estamos ante un proceso enológico sofisticado, lo que encarecería el vino, pero eso supone cierta sencillez aromática. Con la proliferación de excelentes blancos, tal vez hubiera sido conveniente un tiempo de reposo con sus lías.

Estamos ante un vino muy amigable, capaz de conquistar con su festiva propuesta aromática: abundante fruta blanca madura, exótico toque perfumado de maracuyá, oportunas y frescas notas cítricas, y la discretamente elegante presencia floral. Sabroso, discurre con fluidez y viveza por la boca para desvanecerse lentamente en un final intensamente afrutado. Todo muy primaveral y veraniego.