Barón de Chirel Verdejo 2014, un verdejo fragante

Una bodega centenaria como Marqués de Riscal demuestra su vitalidad cuando, tras la irrupción en Rueda hace más de tres décadas, donde revolucionó las prácticas vitivinícolas, y un largo periodo de consolidación, es capaz de responder a los desafíos de las nuevas marcas y situarse de nuevo en cabeza.

Primero Paco Hurtado de Amézaga; luego su hijo, Luis, y ambos a la vez, han realizado una auténtica proeza enológica sin perder el sentido de la proporción, es decir, del carácte...

Una bodega centenaria como Marqués de Riscal demuestra su vitalidad cuando, tras la irrupción en Rueda hace más de tres décadas, donde revolucionó las prácticas vitivinícolas, y un largo periodo de consolidación, es capaz de responder a los desafíos de las nuevas marcas y situarse de nuevo en cabeza.

Primero Paco Hurtado de Amézaga; luego su hijo, Luis, y ambos a la vez, han realizado una auténtica proeza enológica sin perder el sentido de la proporción, es decir, del carácter varietal. Y ahora rizan el rizo con un verdejo impresionante. Este blanco se elabora con uvas doblemente seleccionadas del gran reservorio de cepas prefiloxéricas. En segundo lugar, fermentan y se crían durante seis meses sobre sus lías finas en barricas de roble francés de 300 y 600 litros, con battonage (removido) semanal.

Finalmente, terminan de integrarse en la botella sus variadas virtudes, con el resultado de un aroma fragante, de sutil complejidad, donde la melodía de la fruta carnosa y las hierbas de monte gana profundidad y finura con las notas especiadas, la pátina tostada del roble, y un fulgurante recuerdo del peculiar terruño de arenisca donde nace. La boca, amplia, envolvente y sabrosa, destaca por su fresco e impactante acorde final.

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