12 fotosmúsicaLos versos libres del rap que nacen en la calleEl tono es siempre alto en estos duelos. Se gritan burradas, se insultan, mientan a la madre, a la hermana, a la abuela. Pero también a Neruda, a Cervantes, a Rousseau, a MontesquieuDavid ExpósitoJulia F. CadenasMadrid - 20 jun 2021 - 12:36CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEl tono es siempre alto en estos duelos, “batallan a sangre, van a dejarse mal”, son a cara de perro. A cuchillo, sin compasión. Se gritan burradas, chocan las cabezas como hacen los ciervos con sus cornamentas. El oponente es el peor enemigo. Se insultan, mientan a la madre, a la hermana, a la abuela. Pero también a Neruda, a Cervantes, a Rousseau, a Montesquieu. Hay una norma no escrita aquí: lo que pasa en la batalla, se queda en la batalla. Al fin y al cabo el personaje en el ring es distinto al de la calle.DAVID EXPÓSITOHudu, Laura Siyahamba, Duku, Silvia y Cadela Cuore tienen entre 22 y 26 años y llevan haciendo música desde el colegio. Laura y Duku cantaban en un coro (“desde cantos gregorianos hasta canciones pop”), conocieron a Candela en la universidad y a Hudu y a Silvia porque el rap en Madrid se mueve en círculos pequeños. Todas escribían sus temas pero con la boca pequeña. “Éramos tímidas, nos daba muchísima vergüenza”. Pero el talento desbordaba y justo antes del inicio de la pandemia decidieron formar la comunidad Freesismafia.DAVID EXPÓSITOMarcos AKA Krisan es “rapero de toda la vida”. Es de Leganés, tiene 19 años y trabaja en una notaría porque mintió en la entrevista para acceder al puesto. “Me salí del bachillerato y necesitaba trabajar, así que personalizaba los currículums al gusto de la oferta de trabajo, hasta que coló”. Y tanto que coló, lleva dos años trabajando en la misma oficina. Krisan ganó su primera batalla a los 14 años y ahora baja al parque cada fin de semana. “Yo no entreno, el rap forma parte de mi día a día, con los amigos, en el metro, en casa a solas, me tiro 'frees' cada día”, afirma. Alguien le interrumpe para pedirle una foto. “Me mola su personalidad, su rollo”, explica el fan.DAVID EXPÓSITOEricko, Yerar, Wayatt, Minus y Bernardo, parte de los miembros del grupode raperos CSQ (Callejón Squad) en una azotea del centro de Madrid. Los nueve que forman CSQ son “hermanos, bros, panas”. Hay mucho amor entre estos jóvenes con una cultura musical que trasciende generaciones y géneros, y que entienden el rap de una forma muy precisa. “Nosotros escribimos letras puras, lo hacemos íntegro, sin intentar ir a por dinero, tratamos de demostrar honestidad. Ejecutamos rap, hacemos música, no freestyle. Es nuestra vida”, afirman.DAVID EXPÓSITOLa luz del atardecer cae de lleno sobre la grada tricolor frente al lago en el parque de las Cruces (Aluche) donde hay sentados algo más de un centenar de jóvenes de todas las edades, desde apenas adolescentes a padres de familia. Da lo mismo, en algún momento de la tarde bajarán al ring a batallar. Niños de 13 años contra hombres de 34 en un enfrentamiento verbal para demostrar quién es el más hábil a la hora de improvisar.DAVID EXPÓSITOLas condiciones de las batallas de gallos: 4x4, es decir, componer rimas de cuatro líneas (cuatro barras, en la jerga), que en su conjunto forman un patrón dividido en cuatro tiempos, que los MC (abreviatura de maestro de ceremonias) van alternándose. Todo está permitido salvo una cosa: traérselo preparado de casa.DAVID EXPÓSITOLiam, rapero de freestyle, lleva desde las seis de la tarde sin perder un minuto de atención a la batalla dual que ha organizado la competición Chicken Run, una de las muchas que impulsa estas contiendas verbales cada fin de semana en Madrid. El animador pierde la garganta por conseguir que la grada se levante: “¡Un ruido o qué! ¡Manos arriba!” El público no rechista. Anima, levanta los brazos, grita ba-ta-llón, comenta la frase con que rematan sus improvisaciones, la sangre sucia (cuando el insulto se vuelve personal), abuchean cada vez que alguien se traba o se queda sin ingenio o tartamudea o, simplemente, no sabe qué decir. Es un público exigente.DAVID EXPÓSITORosalía AKA Ibby Rose (derecha) y Marta AKA Daruma (izquierda) de 20 y 23 años, no se pierden palabra un poco alejadas del barullo. Daruma dirige sus canales de Twitch y YouTube donde cuida como oro en paño a sus más de 110.000 suscriptores que acumula entre las dos redes. Ahora quiere profesionalizar sus dos proyectos: los vídeos en los que glosa las batallas y su nueva idea, el espacio 'Pispa al experto', en el que invita a personas ajenas al rap (una profesora de Literatura, por ejemplo) a que comenten batallas de gallos en directo.DAVID EXPÓSITOClaudia AKA Klho tiene 17 años y es de Toledo. Todos los fines de semana sin excepción sube a Madrid para participar en los torneos. “Es muy buena”. Esto lo dice su novio David AKA Junior, de la misma edad, también batallero y la persona que la animó a que se presentara. Claudia escribe poesía desde los ocho años y escucha rap, cuando sale a batallar une sus dos pasiones. Pero está nerviosa y no se la oye bien. En la batalla, sus amigos se colocan detrás de ella, le dan ánimos, desafían a su oponente. La protegen.DAVID EXPÓSITOLa batalla acaba sin sorpresas. Cinco horas antes ya eran los preferidos del público. Todo al que se le preguntara hablaba de Tuero y Krisan como los mejores. “Van a petarlo”. Y lo hacen.DAVID EXPÓSITO“El encierro me ayudó porque me puse a escribir como hacía mucho que no escribía, con mucha rabia contenida por la situación social e impotencia por el confinamiento… Empecé a contar trozos de mí que nunca antes había contado”. De ahí el nombre de su último disco en solitario: 'En trozos'. Zenit abrió la caja de Pandora: diez años sin contar nada son muchos años.DAVID EXPÓSITODestacados por los medios especializados como dos de los artistas con mayor proyección en la escena nacional, Ill Pekeño y Ergo Pro. “No quiero que suene a cliché, Mafia Gregoriana me ha enseñado mucho”. Se refiere al grupo del que forma parte junto a Ergo. “Es nuestra bandera pirata, es una movida de amistad real, de apoyarnos en la calle”. Allá por 2014, Pekeño andaba solo, no compartía gustos tan similares con nadie. Un día fue a cortarse el pelo a una casa okupa en Urgel y el peluquero le presentó a su amigo Bobby Nigeria. Pekeño se unió a la bandera. A los enfermos del rap, a esa "gente que indaga, que rebusca en los cajones de discos temas que nadie haya escuchado para encontrar lo más raro”, dice Pekeño. “Nos mola tanto que queremos conocerlo todo del rap”, afirma Ergo.DAVID EXPÓSITO