Por segundo año consecutivo y por culpa de la pandemia, los alumnos del Conservatorio de danza José Uruñuela de Vitoria no pueden celebrar bailando en las calles como hicieron 18 años seguidos hasta 2012. Pero al menos esta vez podrán hacerlo dentro de sus aulas, donde este curso sí han podido continuar con su formación a pesar del coronavirus
Una niña de cinco años realiza el salto en diagonal en su clase de contacto con la danza.L. RicoUn niño de seis años, como el resto de compañeras de su clase, se esfuerza en perfeccionar sus ejercicios de estiramientos en el suelo.L. RicoEn la clase de predanza, una pareja de niños de siete años lleva a cabo un ejercicio para fomentar la confianza mutua.L. RicoAlumnas de segundo de elemental ejecutan ejercicios en la barra en su clase de danza clásica.L. RicoEn el tercer nivel de enseñanzas elementales, las alumnas de 10 años reciben sus primeras clases de danza tradicional.L. RicoUna alumna de primero de enseñanzas profesionales espera el inicio de una de sus clases.L. RicoUna alumna de 12 años, concentrada en realizar el ejercicio 'demi plie' en cuarta posición en una de sus clases de danza clásica.L. RicoClase de puntas de alumnos de primero y segundo de enseñanzas profesionales.L. RicoAlumnas y alumnos de 13 años se esfuerzan por ejecutar un relevé en quinta posición en su clase de danza clásica.L. RicoEjercicio libre de alumnas de 15 años en su clase de danza contemporánea.L. RicoUna pausa para tomar aire durante una de las clases del cuarto curso de enseñanzas profesionales.L. RicoClase de repertorio para alumnas de los dos últimos años de enseñanzas profesionales.L. Rico